Incertidumbre sobre el futuro de los bancos italianos

Incertidumbre sobre el futuro de los bancos italianos

El rechazo a la reforma constitucional y la dimisión de Matteo Renzi, primer ministro de Italia, ha generado incertidumbre sobre el futuro de los bancos italianos, con más de 300.000 millones de euros con préstamos morosos o en riesgo de mora y con rumores constantes desde hace años de que necesitan una recapitalización urgente.En el mercado se especula que el sector necesita unos 45.000 millones de euros en capital.

Particularmente, con el impacto inmediato de la caída de Renzi queda en el aire la recapitalización del banco Monte dei Paschi, que esperaba captar en el mercado cerca de 5.000 millones de euros entre ayer y hoy. Según publica Financial Times, la dirección del Monte dei Paschi se reunirá con los bancos asesores Mediobanca y JP Morgan para decidir si siguen adelante con la operación.
El mercado está dando por hecho que la entidad tendrá que solicitar ayuda pública. El jefe de deuda soberana de la agencia de calificación de DBRS, Fergus McCormick, ha declarado a Reuters que «si no hay ampliación de capital, entonces tiene que haber un rescate por parte del Estado». El analista apunta que el problema, a parte de la falta de Gobierno, son las enormes pérdidas que asumirán accionistas y bonistas. JP Morgan, en una nota a sus clientes, ha afirmado que el ‘no’ complica a Monte dei Paschi encontrar inversores que apoyen la ampliación.
Desde el Banco Central Europeo, el miembro del consejo Ewald Nowotny abre la puerta a la inyección de dinero público en la entidad. «Italia podría tener que gastar dinero público en rescatar algunos de sus bancos», ha dicho el banquero, que ha añadido que en Italia «no ha habido ninguna ayuda estatal significativa o tomas de control».
La semana pasada en la prensa italiana se apuntaba a que el Gobierno de Renzi ya había iniciado las negociaciones con la Comisión Europea para establecer las condiciones del rescate del banco con dinero público.
El principal escollo para facilitar la inyección de dinero público en Monte dei Paschi es que obliga a asumir prácticamente todas las pérdidas que ocasione el banco a accionistas y tenedores de deuda subordinada, algo a lo que se oponía el Ejecutivo de Matteo Renzi.
Hay consenso de que la derrota de Renzi arroja ciertas incertidumbres e incógnitas que tendrán que ir despejándose para evitar la inestabilidad de la economía italiana.
El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, instó ayer al primer ministro Matteo Renzi a que posponga su dimisión hasta que sean aprobados los Presupuestos Generales para 2017, que podría producirse antes del viernes. La Jefatura del Estado informó en un comunicado que Renzi ha confirmado a Mattarella «su intención de presentar su dimisión» después de que su reforma de la Constitución fuera rechazada el domingo por los ciudadanos en un referéndum.

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