Incoherencia

Incoherencia

Claudio Acosta.

Es evidente que el gobierno se puso anteojeras, como las que se colocan a los  caballos de carrera, para no ver para ningún otro lado que no sea su objetivo inmediato y urgente de agenciarse recursos, a como de lugar y sin medir  las consecuencias, para financiar su deficitario presupuesto, y es en esa lógica que hay que entender su empecinamiento en cobrar por anticipado el 50% del Itbis a las materias primas, maquinarias  y  bienes de capital, que economistas y empresarios  anticipan (valga la redundancia) representará un duro golpe para las medianas y pequeñas empresas. Precisamente porque afecta el desarrollo de ese sector tan vulnerable  es que el economista Ernesto Selman opina que el cobro  no es coherente con la estrategia de desarrollo económico que ha planteado el Gobierno, pues  echaría  por tierra todo el esfuerzo que ha hecho el propio presidente Medina en sus primeros  cuatro años de gobierno para impulsarlo y fortalecerlo. Esa incoherencia no debería extrañar al joven economista, que a estas alturas debería ya saber que es una dolencia muy común en los políticos dominicanos, fervorosos cultores del pragmatismo,   lo que los obliga a cambiar de planes en función de las conveniencias y  eso se refleja, lamentablemente,  en  políticas  públicas inconsistentes, cortoplacistas y  de muy poca eficacia. Pero eso  le importa un comino a los estrategas de un gobierno que no quiere por nada del mundo asumir los sacrificios que le impondría la firma del reclamado Pacto Fiscal, pues  disciplinar y mejorar la calidad de su gasto, reducir a su mínima expresión el clientelismo y el rentismo que han llevado hasta  niveles sin precedentes,  erosionaría de manera significativa    su base de sustentación política. Y, sobre todo,  cerraría el “flujo de caja” que está permitiendo que los peledeístas se  enriquezcan hasta la tercera  generación  a costillas del Presupuesto Nacional. ¿Quién dijo que eso es incoherencia?

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