Hong Kong. Desfiles, lanzamiento mundial de nuevos modelos, seminarios, recorridos diseñados para compradores y celebridades inundan de actividades y glamour estos días Hong Kong, donde la industria relojera concentra su foco en la mayor feria mundial del sector.
Más de 160 marcas, representadas por 780 expositores venidos de 23 países, dan la bienvenida a compradores y expertos de la industria de todo el mundo.
Si la 34 edición de la Feria del Reloj de Hong Kong supera los récords de la pasada edición, al menos 20.000 personas pisarán el recinto ferial abierto a esta industria durante cinco días y que culmina mañana.
La elección de Hong Kong como lugar de acogida de este evento obedece a los datos económicos.
La región administrativa especial es el mayor importador del mundo de relojes de lujo y el segundo mayor exportador, ya que las principales casas relojeras concentran desde la ciudad sus ventas en la región.
En cifras, el pasado año Hong Kong importó 10.800 millones de dólares en relojes y exportó cerca de 10.300 millones en este sector.
La oferta está dominada por la solera de la industria relojera suiza, que acapara la mayor zona de exposición del recinto y la atención de los compradores.
“Quien quiere tener un buen reloj sigue pensando que éste debe ser suizo”, dijo a Efe Philippe Dubois, al frente de la marca nacional Rebellion, que trajo a la muestra hongkonesa sofisticados aparatos de exclusiva tirada y por valor de más de 100.000 dólares.
En concreto su modelo Rebellion 540 Magnum, del que se elaboran diez piezas al año compuestas de titanio, oro y carbono cuyo precio alcanza los cerca de 200.000 dólares.
Una de las piezas estrellas de la muestra la trajo la casa genovesa Bovet, con su modelo Amadeo Fleurier Braveheart con una tirada exclusiva de 30 piezas.
Se trata de un tourbillon hecho en oro rosa, platino y zafiros, con un maquinaria compuesta de 722 piezas con un precio de mercado de casi 650.000 dólares.
Si bien los compradores de los mercados asiáticos crecieron en un 10 % el pasado año, el ritmo de crecimiento en lo que va de año se ha moderado “en parte debido a la campaña contra la corrupción ejercida por el gobierno chino”, dijo Dubois.
“Muchos altos cargos del país han visto cómo el hecho de haberse puesto un reloj de lujo desencadenó un investigación exhaustiva de sus cuentas por parte de las autoridades”, añadió este relojero con más de 10 años de experiencia en la industria.
Además de las tradicionales y emblemáticas firmas del sector, el recinto hongkonés también acogió nuevas tendencias de la industria y marcas nuevas que buscan representación mundial en el sector.
El área tecnológica hizo su debut este año exhibiendo relojes que integran lo último en tecnología inteligente aplicada a los teléfonos móviles. Marcas locales como la hongkonesa Memorigin buscan afianzar su mercado dentro de la región a través de guiños culturales en sus diseños.
Entre los relojes de esta marca local, que fabrica y diseña a caballo entre Hong Kong y China desde hace cuatro años relojes tourbillon, destaca una pieza elaborada con diamantes y piedra de jade con un valor de casi 400.000 dólares.
“Hong Kong, el gran mercado de compraventa de esta industria, debería contar con una marca que identifique y represente este destacado poder que ejerce en el sector”, dijo David Hung, responsable de ventas de Memorigin.
“Los clientes más jóvenes empiezan a tener gustos más abiertos y buscan más la sofisticación en los diseños”, añadió.