La inflación de Colombia se desaceleró al nivel más bajo desde 2014, lo que podría abrir el camino a una mayor relajación monetaria.
Los precios al consumidor subieron 3,14% en marzo respecto al año anterior, menos de lo previsto por los 26 analistas encuestados por Bloomberg, cuya mediana de pronósticos era del 3,28%.
Tras recortar la tasa en enero, la junta directiva del banco central dijo que la flexibilización monetaria había llegado a su fin, según la información disponible.
Una desaceleración mayor a lo previsto en la inflación de marzo aumenta “considerablemente” la posibilidad de un recorte de la tasa de interés en la reunión de política monetaria del banco el 27 de abril, dijo Camilo Pérez, economista de Banco de Bogotá.
El objetivo de Colombia es de una inflación anual del 3 por ciento, más o menos un punto porcentual. Los políticos han recortado la tasa de referencia en 3,25 puntos porcentuales desde diciembre de 2016, ya que la economía crecía a su ritmo más débil desde la crisis financiera mundial.
Juan David Ballén, analista de Casa de Bolsa, dijo que la caída en la tasa de inflación asegura un último recorte de la tasa de interés de un cuarto de punto este mes, y agregó que ésta es la última reducción importante que cabe esperar del efecto estadístico causado por la subida del impuesto sobre las ventas a principios de 2017.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo en una grabación enviada por el Ministerio que la inflación había dejado de ser un problema.