La informalidad laboral ha persistido en todos los sectores en los últimos 16 años, a pesar del crecimiento económico del país, lo que significa que la calidad del empleo no ha variado, afirmó ayer el economista Pavel Isa Contreras.
“La naturaleza de la actividad económica reflejada en el empleo no ha cambiado, lo que indica que los niveles de productividad por persona en mayor parte de la economía se mantienen similares al 2000, lo cual es penoso”, sostuvo.
Expresó que el crecimiento económico no ha generado suficiente bienestar porque no ha creado suficientes empleos ni ha cambiado la calidad de los empleos.
Señaló que la mayor parte de los empleos informales son precarios, pero no todos. “La informalidad no es igual a precariedad, pero la mayor parte es empleo precario”, sostuvo.
El promedio del empleo informal en toda la economía fue de 55% y osciló muy poco del 2000 al 2017.
Indicó que la agricultura fue de 87%, y en la construcción de 81%. En el transporte y las comunicaciones fue de 73% y en el comercio de 68%.
Los sectores con menor incidencia de la informalidad y la precariedad laboral son electricidad y agua (0%), el gobierno (0% ), minería (17%), finanzas (23%) y manufacturas (26%).
La participación dominicana en las exportaciones totales en el mundo ha declinado, lo que revela una escasa competitividad y limitada calidad de los productos y servicios criollos, manifestó.
Dijo que más de década y media después, el nivel de pobreza ha bajado poco respecto a lo que fue en el año 2000.
Resaltó que los avances en los indicadores sociales son terriblemente precarios en el país.
“Vamos a ver cómo ha evolucionado la mortalidad infantil, la mortalidad materna y el acceso a agua potable. Esta apenas se ha modificado”, dijo.
Precisó que “la actividad económica mejora la vida de las personas cuando crea empleos, reduce el desempleo y el subempleo, y contribuye a elevar las remuneraciones laborales. Si el crecimiento no logra eso, es porque sus beneficios se están concentrando en pocas manos”, dijo.
Plantea que si el desempleo no cae de forma importante, los salarios difícilmente crecerán de forma consistente y sostenida, y las personas ocupadas no verán incrementar el poder adquisitivo de sus ingresos laborales. Entre 2000 y 2017, la industria creció a una tasa promedio anual de 4.2%, una tasa respetable, aunque por debajo del crecimiento del PIB global.
1. Informalidad
El economista Pavel Isa Contreras consideró que la informalidad y la precariedad laboral no ceden en el país, a pesar del crecimiento económico registrado en los últimos años.
2. Empleos precarios
Señaló que la mayor parte de los empleos informales son precarios, pero no todos. “La informalidad no es igual a precariedad, pero la mayor parte es empleo precario”, dijo el profesor del Instituto Tecnológico de Santo Domingo.