Esta es la primera parte del informe final de la comisión de la Procuraduría General de la República que investigó las circunstancias en que fue tiroteado y muerto el fiscal Teódulo Ceballos Peñaló.
El informe fue preparado por los comisionados doctores Vielka Calderón Torres, Gisela Altagracia Cueto González y Amado José Rosa.
Historia cronológica y crítica de los trabajos de la comision investigadora de la muerte violenta de un disparo en la cabeza del doctor Teódulo Ceballos Peñaló, procurador fiscal adjunto de la provincia de Puerto Plata, cuando era objeto de una persecución penal por parte de la Procuraduría General de la República.
Esquema de las actuaciones:
A) Recepción del mandato.
B) Primera reunión de miembros.
C) Examen de la competencia.
D) Definición de la misión y visualización de las tareas.
E) Recepción de los primeros elementos de prueba.
F) Toma de las primeras decisiones.
G) Traslado a Puerto Plata.
H) Incorporación de la Dra. Vielka Calderón a la comisión.
I) Visita al lugar del suceso.
J) Instalación de la comisión en la planta ejecutiva del Hotel Santo Domingo.
K) Continuación de los trabajos en la ciudad de Santiago.
L) Regreso a Puerto Plata.
M) Continuación de los trabajos en la oficina de Gisela Cueto en el nuevo Palacio de Justicia del Centro de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
N) Recepción de los informes técnicos forenses.
Ñ) Análisis cruzado y ponderación conjunta de las informaciones, evidencias físicas, pruebas de actuaciones y circunstancias particulares recogidas en relación con el caso.
O) Conclusiones
P) Recomendaciones
Recepción del Mandato
El día sábado 25/11/2006, siendo más o menos las 7:00 P.M. fuimos contactados por la vía telefónica e instruida personalmente por el Magistrado Procurador General de la República, Dr. Radhamés Jiménez Peña, para que nos integráramos y coordináramos los trabajos de la Comisión, nosotros Licda. Gisela Cueto González, con los Dres. Vielka Calderón y Amado José Rosa, Procuradores Generales de las Cortes de Apelación de Santiago y San Francisco de Macorís, respectivamente, debíamos investigar las circunstancias de la muerte violenta de un disparo en la cabeza del Dr. Teódulo Ceballos Peñaló en el momento en el que debería ser arrestado por contingente armados al mando de dos Procuradores Generales Adjuntos la noche del 23/11/2006.
Primera Reunión de Miembros
El día domingo 26/11/2006, a las 10:15 horas de la mañana, nos reunimos con el Procurador General de la República en su Despacho. Después de un denso intercambio sobre el tópico, el Procurador hace que se nos entreguen sendas copias del informe que sobre el caso le habían suscrito y rendido los Dres. Bolívar Sánchez Veloz y Frank Soto, Félix Alvarez y Domingo Belliard, Magistrados Procuradores Generales Adjuntos, los dos primeros, Procurador General de la Corte de Puerto Plata el tercero y Procurador Fiscal de Puerto Plata el último. Cabe destacar aquí, que la Dra. Vielka Calderón no participó en esta primera reunión en razón de que no habría regresado de sus vacaciones de los Estados Unidos de América. No obstante el Procurador General nos instó para que ambos iniciáramos sin demora el cumplimiento de la misión. Salimos del Despacho del Procurador y nos instalamos en la oficina que actualmente ocupa la Lic. Cueto en la Procuraduría General.
Examen de la Competencia
La primera actividad que agotamos fue la de verificar el correspondiente Estatuto Jurídico-Legislativo al que es ajustable la Comisión Designada, así como los parámetros que ese Estatuto le impone al desempeño de las atribuciones a ejercer. En el tenor apuntado advertimos, de una parte, que la regularidad estructural y validez funcional de la Comisión se fundamenta en las disposiciones de los numerales 3, 6, 7, 16, 17 y 19 del Artículo 47 de la Ley No. 78-03 de fecha 15/04/2003 (Estatuto del Ministerio Público); y de la otra parte advertimos asimismo que, tratándose como se trata de una investigación en la que eventualmente pudieran resultar comprometidas las responsabilidades penales de dos miembros representantes del Ministerio Público con rango de Procuradores Generales Adjuntos, debíamos proceder en estricto apego al mandato constitucional establecido en el Artículo 67 de nuestra Carta Sustantiva así como a la competencia especial de que hablan los Artículos 377 al 380 del Código Procesal Penal.
Definición de la Misión y Visualización de las Tareas
Una vez comprobada nuestra competencia, acometimos el ejercicio intelectivo de definir cuál sería la misión de la Comisión, -concluyendo en este aspecto, que ella consiste en: averiguar y establecer, si en la persecución penal encaminada por la Procuraduría General de la República, se infiltraron elementos espurios y ajenos a la misma que dieran al traste con la muerte violenta de un tiro en la cabeza del principal investigado Dr. Teódulo Ceballos Peñaló, Procurador Fiscal Adjunto de la Provincia de Puerto Plata.
Definida la misión hubimos de visualizar las tareas que su cumplimiento nos impone, adentrándonos para ello en el doble universo que la cuestión comporta, el uno que tiene que ver con la justeza de la persecución penal ejercida por la Procuraduría General de la República contra el que fuera uno de sus miembros representante del Ministerio Público, Dr. Teódulo Ceballos Peñaló; y el otro emergido de la necesidad de despejar la eventual existencia de vicios en esa persecución. En términos concretos entendimos que debíamos: de una parte, avocarnos al estudio analítico de las evidencias recogidas por quienes nos habían precedido en el manejo del caso; y de la otra, desarrollar una búsqueda minuciosa de nuevas evidencias.
Actividades Específicas
Congruentes con las Tareas Planeadas
1. Entrevista con los actores.
2. Recepción de los informes.
3. Recepción de las evidencias.
4. Entrevista con los testigos.
5. Solicitud de experticios forenses.
6. Comprobaciones directas en el lugar del suceso.
7. Entrevistas con científicos y expertos forenses.
8. Escucha de líderes comunitarios.
Recepción de los Primeros elementos de Prueba
Además del informe al que nos referimos precedentemente recibimos asimismo el oficio de fecha 23/11/2006 dirigido por el Lic. Domingo Belliard Procurador Fiscal de Puerto Plata, al Director Nacional del Instituto de Ciencias Forenses (INACIF) y la evidencia a que ese oficio hace referencia: “la Pistola Marca Smith & Wesson Calibre 9mm, gris, modelo SW9V No. pan 7489 y los cinco casquillos de balas encontrados dentro del vehículo que conducía el nombrado Teódulo Ceballos Peñaló”.
Siendo aproximadamente la 1:00 P.M. de ese mismo día hicimos llamar a su casa al Magistrado Bolívar Sánchez Veloz para que nos ampliara de su viva voz el informe, que él conjuntamente con los otros representantes del Ministerio Público actuantes en el caso había suscrito. Mientras le escuchábamos se presentaron a su oficina dos emisarios del Magistrado Procurador General de la Corte de Apelación de Puerto Plata, Dr. Félix Alvarez, quienes trajeron un sobre Manila cerrado conteniendo la muestra levantada de ambas manos del cadáver del fallecido Teódulo Ceballos Peñaló, así como una funda negra en cuyo interior encontramos:
1. Un par de Zapatillas femenina marca Europiel.
2. 10 Discos Compactos.
3. Una jeringa sin usar.
4. Un paquete de contentivo de tres ampollas de “Diclofenac Sódico Inyección”.
5. Unos Lentes de Lectura con estuche plástico.
6. Dos Cédulas a nombre de Emilio Noesi Pascual y Juana Martínez.
7. Un permiso de Residencia Temporal y Carné Médico del Alemán Udo Tempel.
8. Distintivo con la inscripción Voluntario Ramírez Martínez FF.AA.
9. Dos estuches de Levitran usado.
10. Una Corta Pluma niquela.
11. 10 casquillos de bala disparados.
12. Una bolsita contentiva de 31 casquillos “Evidencia Caso Ceballos”.
13. Ocho bolsitas con fragmentos de balas disparadas “Evidencia Caso Ceballos”.
14. Una bolsita contentiva de fragmento de uña decorada en negro y dorado.
15. Varias tarjetas de presentación
16. Papel escrito.
17. Invitación de la Secretaría de la Juventud de Puerto Plata.
18. Marbete de la Póliza de Seguro (La Monumental de Seguros) de la Camioneta Marca Toyota Año 2001.
19. 47 piezas de documentos diversos (acta de nacimiento, informe de puntos de drogas, fotocopia de cédula, etc.)
Toma de las primeras Decisiones
Tan pronto asumimos el control de las evidencias antes referidas, las tramitamos a fines de experticio al Director Nacional del Instituto de Ciencias Forenses mediante dos oficios fechados el día lunes 27/11/2006. De otra parte requerimos al Señor Secretario de Interior y Policía Dr. Franklyn Almeida la expedición de una certificación que diera cuenta si la Pistola Marca Smith & Wesson Calibre 9mm, gris, modelo SW9V No. pan 7489 se encuentra registrada en esa Institución y en caso de que así fuere a nombre de quién.
Traslado a Puerto Plata
En lunes 27/11/2006 a las 10:30 de la mañana partimos hacia Puerto Plata, arribando al Palacio de Justicia de la indicada ciudad a las 2:00 de la Tarde. Nos instalamos en la oficina del Magistrado Procurador Fiscal Lic. Domingo Belliard e iniciamos los trabajos precisamente con el conversatorio con el Procurador Fiscal Lic. Domingo Belliard, quien nos rindió uniforme de los hechos ya que él estuvo presente en el lugar del suceso el día en que ocurrieron, entregándonos posteriormente, el día 30 de ese mismo mes, dicho informe de manera escrita y firmada por él, donde consta entre otras cosas lo siguiente:
“Cerca de las 4:45 P.M., recibí una llamada del Magistrado Félix Alvarez requiriéndome que subiera a su oficina con carácter de urgencia, al llegar me encontré con los Procuradores Adjuntos Frank Soto y Bolívar Sánchez y me informaron que estaban ahí en relación a una investigación que se le hiciera al Magistrado Ceballos en relación a una extorsión que estaba realizando conjuntamente con unos oficiales de INTERPOL y que tenían un operativo montado para arrestarlo y que tenían suficiente pruebas para arrestarlo y que ya habían solicitado la orden, le indiqué que con Ceballos había que tener cuidado porque el tenía una buena referencia con la comunidad a lo que me respondió el Magistrado Sánchez que era cierto pero que una vez arrestado otras personas extorsionadas también hablarían puesto que ya no tendrían temor. A las 8:30 de la noche recibimos la orden de allanamiento y entonces procedimos a bajar a los vehículos, allí se discutió si seguíamos el plan o dejarlo, pero una llamada recibida donde le decía que todavía estaba en el Restaurante hizo que se decidiera seguir el plan.
Ibamos en caravana de cuatro vehículos en nuestro vehículo se discutía sobre irse o no a Santo Domingo porque en Puerto Plata hay que solicitar la medida de coerción en 24 horas. El Magistrado Bolívar Sánchez mantenía constante comunicación con la persona que estaba haciendo la vigilancia del Magistrado Ceballos. En eso vimos el vehículo del magistrado Ceballos en la esquina donde hay un semáforo doblando para Sosúa abajo y el Magistrado Bolívar me requirió que lo llamara por teléfono para que no se asuste, y sepa que éramos nosotros pero no pude comunicarme porque ahí la señal es muy pobre y difícil. El vehículo del Magistrado Ceballos parecería que aumentaba la velocidad y ahí nuestro vehículo quedó en último lugar y un poco distante ya que los vehículos iban a gran velocidad y levantaban una polvoreda en el camino, los vehículos se detienen y casi inmediatamente se escucha un disparo y otro más sin darme cuenta de donde procedían, por lo que decidí cubrirme dentro del vehículo, se escucharon una cantidad incalculable de tiros. Luego escuché decir hay un herido y alguien preguntó quién y respondieron “Valenzuela”, luego vi a uno de los muchachos que estaba con nosotros acercarse a la camioneta del Magistrado Ceballos y lo sacó y lo colocó en el suelo boca abajo y al acercarme vi que estaba vivo y se colocó en la parte trasera de una de las camionetas y se envío a Puerto Plata. Esto ocurrió casi al mismo tiempo que en la jeepeta roja del coronel Diere la cual tenía el cristal trasero destruido y uno del lateral derecho se marchó del lugar con un oficial herido.
Yo verifiqué la camioneta y vi en el piso al frente del asiento del pasajero delantero derecho cinco (5) casquillos de balas, las cuales recogí y uno de los muchachos recogió del asiento trasero dos (2) escopetas con cinco cartuchos dentro de las mismas cada una con un cartucho suelto al lado de la palanca de los cambios, una pistola Smith & Wesson modelo SW9B No. PANT489, con un cargador vacío con una bala en la recámara la cual fue manipulada por uno de los muchachos y me mostró la bala y un chaleco antibalas.
Que interrogado también al señor NELSIDO RAMOS como testigo quien fuera llevado a la Comisión por un sobrino del Magistrado Ceballos (Generales constan en interrogatorio anexo), quien entre otras cosas declaró lo siguiente:
“Que él es taxista y que la noche de los hechos (23-Noviembre-2006) el transitaba por la carretera Puerto Plata, Sosúa en el tramo de La Unión, cuando vio una camioneta blanca doble cabina que tenía en la cama a ambos lados dos agentes de la DNCD y los identificó por los chalecos que en la manga tenían el logo con una cinta roja y gorra marrones y pude ver dos zapatos que tenía una persona que venía acostado, en eso recibo una llamada de mi esposa que me manifestó: “pasa a buscar al niño por el colegio porque aquí se armó un tiroteo y se dice que mataron a Ceballos y hay muchas jeepetas correteando por el lado de la casa” yo seguí la camioneta tratando de identificar a la persona, llamé por teléfono a la compañera Amarilis y dije que seguía una y que creía que ahí llevaban al Magistrado Ceballos, cuando íbamos llegando a la banda de Montellano, la persona que iba en la cama reaccionó y levantó un brazo y la persona de la DNCD que iba en el lado derecho golpeó al individuo tres veces con la cacha del fusil, me acerqué le subí la luz y le toqué bocina y el otro acompañante me hizo señas para que bajara la luz y me despegara. Yo llamé de nuevo a Amarilis y le conté lo que había visto. Al llegar al hospital me tiré del vehículo para ver si identificaba a la persona que iba detrás pero la persona que iba en el lado derecho de la guagua se había bajado del vehículo y estaba en la mitad de la puerta con un fusil en la mano y la cancha de la pistola agarrada y no me dejó pasar.
Escuchada también las declaraciones del Magistrado Félix Alvarez Procurador General de la Corte quien nos dice:
“Recibí una llamada del Magistrado Frank Soto de que estuviera disponible porque tenía que tratar un asunto muy serio conmigo. Llegaron alrededor de las 12:00 meridiano y me explicaron que tenían pruebas de extorsión contra el Magistrado Ceballos y que su intención era arrestar al Magistrado Ceballos y sus cómplices en el Restaurante Sosúa, me pidieron discreción y que los presentara ante la Presidenta de la Corte, el Magistrado Soto le explicó a la Presidenta lo que perseguía y que quería que las órdenes fueran emitidas temprano porque lo querían agarrar in fraganti y que tenían pruebas que serían presentadas en su oportunidad (tales como escucha telefónica, transcritas y autorizadas por un Juez) y solicitó la más absoluta discreción. A las 4:30 p.m. la Presidenta de la Corte nos informa que la instancia de solicitud de arresto y allanamiento no estaba expresado que se practicara en horas de la noche, por lo que dicha instancia debía ser corregida para incluir esa posibilidad y los Magistrados Frank Soto y Bolívar Sánchez dijeron que no era de su interés practicar el arresto y allanamiento en horas de la noche, pero que lo agregarían. A las 7:00 PM salieron para Sosúa.
Ese mismo día el Magistrado Félix Alvarez había interrogado al ciudadano José Almonte Cabrera (Popó), asistido de su abogado Víctor Mercado que es también el abogado de Ramón y vecino de Ramón y le manifestó lo siguiente:
“Que él cuida la casa de unos italianos, que tiene quince años realizando labor de jornalero, cuidador de casa, limpia patios, etc. que devenga un sueldo de RD$4,000.00 y que el Magistrado Ceballos le hizo una propuesta: “oye fue verdad que los viejos dueños de la casa murieron y dije no, ellos me llamaron hace 15 días para un negocio que hay con unos americanos y los mandamos a buscar para que ellos vinieran a hacer el negocio entonces me dijo pásalo que tú puedes y te voy a dar 30 mil dólares y cuando los viejos vengan a hacer el negocio tú lo matas ahí adentro y yo me encargo, yo le dije que no, antes de esa propuesta como en Septiembre él me largó algunos cartuchazos en la esquina de la casa fuera de la casa donde hay un poste de luz, hablé del tema de la casa con el Magistrado Ceballos en dos ocasiones, primero cuando se lo propuso a Ramón dentro de la casa y después cuando me propuso matar a los italianos. La casa tiene cinco años en venta y él se me tiró recientemente.
El día 28 de Noviembre se integra a la Comisión la Magistrado Vielka Calderón y en horas de la mañana sostuvimos una reunión con el Arzobispo de la Diócesis de Puerto Plata Padre Julio César Corner, luego visitamos al Gobernador Civil y Provincial quien no se encontraba en su despacho, posteriormente bajamos a la explanada trasera del edificio que comparte la Policía Nacional con la Gobernación a verificar la camioneta que el día del suceso usaba el Magistrado Ceballos Peñaló, para observar directamente la realidad de los resultados de los impactos de balas en la camioneta. Luego, en el despacho que utiliza el Ministerio Público de servicio en la Policía Nacional, procedimos a interrogar al Dr. Johnny Medina, quien nos relató lo siguiente.
“El 23 de noviembre alrededor de las 10:00 PM llegué al hospital y encuentro a un paciente canalizado en los dos brazos, con una venda elástica que le cubre la cabeza, una sonda vesicar, dificultad respiratoria, sin responder a ningún tipo de estímulo verbales ni motores (en coma profundo), tomo la decisión de trasladarlo a Santiago, durante el trayecto el paciente se mantuvo igual al llegar nos estaban esperando y el paciente llegó con presión de 110-60, se le tomaron muestras de laboratorio, se entubó pero el paciente comenzó a deteriorarse haciéndose evidente la dificultad respiratoria y la dilatación pupilar, en ese momento retiraron el vendaje y pude apreciar herida en la región occipital derecha sin salida y evidencia de masa encefálica a su alrededor. Tenía también una contusión a nivel frontal y a nivel labial no evidenciando lesión en el resto de la anatomía humana, a excepción de una pequeña quemadura en la parte superior del pabellón auricular izquierdo. El paciente se trasladó a la Clínica Corominas y en el trayecto hace un paro, es llevado a cuidados intensivos y fallece, tomo la decisión y lo llevo a Patología y estando ahí llega un contingente de policías mostrando sus armas de fuego y uno del grupo que parece extranjero dice “pero mira, tiene la mano llena de pólvora, parece que disparó mucho”.
Esta es la Segunda parte del informe final de la comisión de la Procuraduría General de la República que investigó las circunstancias en que fue tiroteado y muerto el fiscal Teódulo Ceballos Peñaló.
El informe fue preparado por los comisionados doctores Vielka Calderón Torres, Gisela Altagracia Cueto González y Amado José Rosa.
Terminado el interrogatorio, nos trasladamos al Palacio de Justicia de y ahí interrogamos a María Teresa Acosta, quien se mostraba asustada y preocupada y nos declaró entre otras cosas, lo siguiente:
“Que el día de los hechos ella se reunió con Ceballos en un restaurante de Sosúa (Hotel Garden Kate), donde él se encontraba en compañía de unos amigos a quienes me presentó como policías, no recuerdo los nombres pero uno era alto, fuerte, medio calvo, de piel clara de unos 36 o 37 años, el otro era moreno oscuro, también un italiano y su esposa, estando ahí llegaron dos personas a hablar con Ceballos uno era Erick Colón y el otro era David estos no se sentaron solamente se pararon, saludaron y siguieron luego cenamos y él me dijo que en el programa Ahora Luciano le iban a entregar un reconocimiento y quería que los comunicadores de Sosúa fuéramos y yo le dije que no podía asistir porque tenía un compromiso pero que iba a mandar un camarógrafo, ahí recibió una llamada de que Jimmy estaba detenido en el destacamento de Sosúa, el llamó y le dijeron que no, de ahí salimos y nos fuimos rumbo a mi casa y veníamos conversando y a unas tres casas antes de llegar se atravesó una jeepeta rojo vino y Ceballos quiso dar reversa y no pudo porque habían otros vehículos detrás y no pudo seguir ni para adelante ni para atrás, se tiró uno de la jeepeta del lado derecho, con la cara tapada con un arma larga, en ese momento Cabillos hizo como unos gestos y dijo Dios mío que es, me van a matar, me dijo que me bajara, que me agachara para evitar cualquier daño. Tenía el cinturón puesto y sentía que se estaba buscando para quitarse el cinturón y no podía, sonaron dos o tres disparos y ya la sangre me corría y me caía encima porque su cuerpo estaba inclinado para donde mí, a él lo hirieron inmediatamente y después vino una ráfaga grande de tiro, luego sentí una calma y en ese momento levanto un poco la cabeza y veo la jeepeta dando la vuelta y tenía las luces prendidas, salí de la camioneta corriendo y entré a un colmado allí habían unos niños, ahí me desahogué, estaba muy nerviosa, tenía mucha sangre, enseguida llegaron tres personas detrás de mí, dos con armas largas eran como militares y el tercero era un señor blanco, cabello blanco, elegante, alto con saco y corbata y preguntaban por mí, yo decía “no dejen que me lleven” y ellos respondieron yo quiero verla, me observaron, el señor de la corbata desde afuera y se fueron. Dice además que solo recibió un daño que fue una quemada detrás de la oreja derecha y se le rompió una uña”.
Escuchamos también al señor Oreybis Javier Peniche, vecino y aportado por el sobrino de Ceballos, quien entre otras cosas declara lo siguiente:
“Yo estaba en mi casa el día de los hechos, que iba a cocinar una guinea para un amigo, y cuando iba a salir al colmado a comprar empieza el tiroteo eran las 9:10 de inicio pienso que estaban tirando fuegos artificiales, me aproximo a la puerta de mi casa y puedo ver frente a mi casa a un señor con un fusil disparando, en dirección donde se encontraba la camioneta de Ceballos, ví a otro agachado en el medio de la calle y éste último cayó herido de bruces y otro le pregunta ¿estás herido? Y él le responde sí, estoy herido, su compañero procedió a ayudarlo y lo pudo ayudar hasta traerlo a una posición más cómoda; se paró un vehículo, lo montó y se lo llevaron del lugar rápidamente, hubo dos momentos de disparos, veo caer al militar en el segundo momento, ahí había un fuego cruzado”.
Continuamos el treinta (30) de noviembre con el interrogatorio de Catalino Pérez, quien nos manifestó que:
“El salió a buscar a su hijo y vió muchas jeepetas, creía que era persiguiendo a unos delincuentes entonces me encañonaron y me dijeron que entrara para adentro y el tiroteo continuó y cae un militar herido, la jeepeta que estaba atravesada dio la vuelta y recogió al herido y se marchó a toda velocidad, ahí tiraron tiros para arriba y sacaron el cuerpo de la jeepeta y salió boca abajo, había una persona grabando todo y luego montaron a la persona y había dos personas encañonando el cuerpo y ahí nos dimos cuenta de que era Ceballos, luego que se fueron fuimos donde estaba la camioneta y algunos niños recogían varios casquillos y miramos diez u once disparos en el espejo frontal luego de 20 ó 25 minutos llegaron las autoridades de Sosúa;
Que interrogado el señor Pablo Enrique Rivera el día 30 de Noviembre, nos declara que “el trabaja en Sea Horse y cuando iba para mi casa entro al colmado para comprar un pote de ron y en el camino por el policía acostado me pasa la guagua color vino y detrás viene Ceballos y toca bocina y ya en el colmado empieza el tiroteo y yo salgo me coloco detrás del tanque de la basura que está ahí mismo y veo a Catalino que sale y la mujer dice “los muchachos”, el que estaba tirando estaba frente a Oreybis, tenía una lucecita roja con la que el estaba tirando, entonces él le estaba diciendo algo a Catalino, cesó el tiroteo y yo me fui para mi casa”.
El día 4 del mes de Diciembre procedimos a interrogar al Lic. Frank Soto, quien nos declaró lo siguiente:
“Cuando pusieron la denuncia yo estaba en España, luego el querellante fue con su abogado en varias ocasiones y con su hermano, pero ya la Procuraduría tenía varias querellas contra Peñaló, desde el año pasado, Bolívar tenía una, Belliard en Puerto Plata había recibido otras, en total habían como cinco denuncias contra el Magistrado Ceballos, después de la denuncia se inició la verificación de la misma y se solicitó al Juez autorización para escucha telefónica donde se comprobaba la veracidad de la denuncia y además porque se hablaba de matar a alguien es donde el Departamento toma la decisión de hacer el operativo y un día antes el Procurador Interino, suspende al fiscal adjunto; se conforma un equipo compuesto por cuatro policías investigadores del Departamento de Tráfico Ilícito de la PGR, el Coronel Dipré y un oficial y tres miembros de la DNCD, que nos falicitaron el mismo día que salimos; La DNCD tenía como un año recopilando información sobre situaciones que se habían presentado en Sosúa sobre las actuaciones del Magistrado Ceballos; ese día en la tarde se haría entrega y él estaba en contacto con la víctima y le decimos que el ponga excusa para retardar la entrega, esperando la orden de arresto teníamos también la intención de allanar la casa y es por eso que se decide hacer el operativo a la hora que se decidió; la idea era que la víctima estuviera con ellos en la entrega o supuesta entrega para arrestarlo y continuar con él a su casa y hacer los allanamientos; al recibir la orden, a las ocho y lago nos comunicamos con el Magistrado Espiñeira, Procurador General Interino y le informamos, decidimos ir a la casa de Ceballos porque él ya se había separado de los demás, en el trayecto este nos pasa por el lado, nos devolvemos y le caemos atrás, ahí Dipré le pasa por el lado y le ordena el alto y a partir de ahí se inicia todo el incidente que termina con la muerte del Magistrado Ceballos. Ceballos le hace un disparo al Tte. Valenzuela y ahí automáticamente se realizan todos los disparos.
Cuando concluye el hecho pensamos que el Tte. Montaño estaba herido pues este se arrastró hasta donde estábamos diciendo que estaba herido, pero cuando se revisó no estaba herido. Ví la pistola de Ceballos cerca de sus manos y ví además dos escopetas manipuladas”.
El cinco de Diciembre del año 2006 fue interrogado el Segundo Teniente Félix Reynaldo Ventura Montaño, y entre otras cosas declaró lo siguiente:
“Yo trabajo en la Procuraduría como investigador judicial, el día de los hechos estuvimos en el parqueo del Palacio de Justicia hasta las 8:00 u 8:30, cuando bajan los magistrados dicen “estamos listos” entonces Dipré se reúne con nosotros y dice que irá delante porque el Magistrado Ceballos conocía la unidad y arrancamos para Sosúa; yo iba en la guagua de la Procuraduría con Yean, el y yo íbamos a esposar a Ceballos cuando saliera del vehículo. Dipré se le cruza delante a la camioneta todos nos detenemos, yo me desmonto y me le acerco a la camioneta de Ceballos por al lado del chofer, y ahí oigo un disparo y veo como que salen ráfagas de adentro, escucho cuando Dipré dice le dieron a Valenzuela y ahí me lanzo al suelo de espalda, disparando, me voy raneando en el cruce de fuego hasta la unidad y oigo que dicen “hirieron a Montaño”, el Magistrado Soto me pregunta “¿te hirió?” Ahí pasó el tiroteo y todos van a la camioneta, veo a Enrique que había abierto la puerta y veo a Ceballos con la pistola en las manos, Enrique le quita la pistola y además saca dos escopetas y cuando Enrique lo fue a sacar al pesar tanto, como que se le cayó, yo intenté ayudarlo pero no pude”.
El día 6 de diciembre del 2006 fue interrogado ante la Comisión el Magistrado Bolívar Sánchez Veloz, Procurador General Adjunto de la República quien entre otras cosas nos declaró lo siguiente:
En la segunda semana de Noviembre recibí la información, se la comuniqué al Procurador General titular por teléfono porque iba a salir del país, y me dijo “inicie una investigación y actúe hasta las últimas consecuencias, no importa quien sea, al día siguiente el querellante Ramón Rodríguez, se presentó a mi oficina en compañía de su hermano, de un oficial de la DNCD y en compañía de su abogado Lic. Víctor Mercado le recibimos la querella por escrito, procedimos a solicitar la autorización judicial para la interceptación telefónica, para grabar las reuniones y filmar imágenes de dichas reuniones, en el proceso de la investigación pudimos comprobar la veracidad de la extorsión y tenemos las grabaciones de las conversaciones del Magistrado Ceballos y su solicitud de dinero y de muerte. El Jefe de las FFAA recibió una comunicación de Ceballos solicitándole dos Uzi, ya que el arma que tenía se la había quitado a un delincuente.
Nos dimos cuenta de la gravedad de las conversaciones y procedimos a desplazarnos a la ciudad de Puerto Plata, al llegar a la oficina del Procurador General de la Corte, este nos acompañó donde la Presidente de la Corte, para solicitar orden de arresto y allanamiento y no fue sino pasada las ocho de la noche (8:00 pm) cuando nos concedieron la autorización, aclaro que hubo que ponerle a la solicitud la nocturnidad ya que no la tenía pues no contemplamos la posibilidad de actuar de noche. Llamamos al Magistrado Procurador General Interino Lic. Espiñeira quien nos autorizó a continuar el operativo; cuando llegamos cerca del pueblo de Sosúa Belliard alcanzó a ver la camioneta de Ceballos, dimos la vuelta en “U” entramos por la carretera a una distancia prudente y le pido a Belliard que llame a Ceballos al celular y le informara que éramos el y nosotros que estábamos detrás de él, pero el celular no entró porque en esa zona de Sosúa no había señal y no se pudo comunicar; ahí detengo el vehículo y le doy instrucciones a Dipré de que se pase delante del vehículo de Ceballos, entonces Dipré se pasa, se detiene delante del vehículo de Ceballos y todos nos detenemos, luego Valenzuela se desmonta, yo escuché los disparos que se escucharon un poco silenciado ya que provenían de adentro de la camioneta de Ceballos y veo a Valenzuela caer al lado de la jeepeta de Dipré y este vocear “Valenzuela está herido” luego de eso Ceballos vuelve a disparar a través de su cristal hacia la jeepeta de Dipré y es ahí donde se inició el tiroteo, durante el tiroteo Belliard le voceó como diez veces “Ceballos”!.
Cesan los disparos y veo salir a una mujer que se introduce en un colmado yo me acerco y le pregunto a la mujer si está herida ya que ví que tenía mucha sangre en el brazo derecho y me respondió que no y agregó “yo no he hecho nada, no me maten, yo solo tengo un hijo con el” y yo le respondí que nosotros no éramos delincuentes que éramos autoridades. Sacamos a Ceballos de la camioneta que ya se encuentra inconsciente, lo montamos en la camioneta del Magistrado Frank Soto y lo enviamos a Puerto Plata. Yo les puedo asegurar que no fue nuestro propósito que Ceballos muriera, el fin del operativo era arrestar a Ceballos y someterlo a la justicia producto de las evidencias que habíamos recabado en su contra en el proceso de investigación que le seguía el departamento de Asuntos Internos de la Procuraduría”.
Siguiendo con nuestras jornadas de trabajo, el mismo día 6 de Diciembre del 2006, interrogamos al Lic. John Henry Reynoso Ramírez quien nos manifestó lo siguiente:
Nos pasamos el día en el Palacio de Justicia esperando la orden de arresto, nos entregan las órdenes como a las 8:15 y 8:20 p.m. el Magistrado Félix Alvarez sale al hospital con un hijo que tenía enfermo y dice que no puede acompañarnos, luego el magistrado Soto llama al Magistrado Espiñeira y le explica la situación y que se iba a proceder; nos comunicamos con la persona que estaba vigilando a Ceballos y nos informan que ya había salido del restaurante y seguimos a Sosúa y el Magistrado Belliard alcanza a ver la camioneta de Ceballos, nos pasamos a la derecha y Bolívar decide que Dipré iba a ir a ponérsele delante para mandarlo a parar y eso hizo, y Valenzuela se desmonta, yo no tenía visión en ese ángulo pero escuché que vocean “Valenzuela está herido”. Mi rol era grabar el apresamiento y el allanamiento.
El día siete (7) de diciembre procedimos a interrogar al Lic. Héctor José Pérez Peña, después de pasar el día en el Palacio de Justicia, Dipré nos reúne y nos dice que no haya excesos que íbamos apresar varias personas pero que debíamos tener preacusación. Y le dije a los muchachos tengan sus armas preparada pero pónganle seguro; yo iba en el asiento delantero salgo y Enrique que está detrás de mi sale y se va delante; cuando quiero avanzar allí empiezan a disparar y dijo que de la camioneta porque los disparos suenan diferentes fuera que desde dentro hacia fuera ‘me tiro al suelo y me voy gateando detrás de la guagua, ahí empezaron los disparos, muchos disparos. Tenía un radito que me dio Dipré y dijo “adelante Dipré” y me dice “Valenzuela está herido” luego todo acabó y veo a Enrique sacando a Ceballos y Montaño le están ayudando entonces allí se le cae boca abajo y no recuerdo si fue Soto que dijo llévenselo al hospital, lo cargaron lo montaron en la guagua y se lo llevaron. El día 13 de diciembre interrogamos al señor Pedro Regalado Colón Almonte quien nos dice entre otras cosas que él es de Sosúa y que se crió allí igual que Ceballos y Ramón, entonces Ceballos lo usó de puente con Ramón para resolver el problema de la extradición y yo hablo con Ceballos porque Ramón me dice que no tiene dinero a ver si él lo considera y el me dice mañana viene el hombre de la INTERPOL. Me dice que mañana voy a San Francisco de Macorís y me pide tu cédula ahí pienso que es mentira porque si tuviera la orden debía tener el número de la cédula y además en Macorís hay un Fiscal antidrogas -Ahí Ramón me llama de nuevo y me dice Erick el me llamó y le dije que me diera 4 ó 5 días, había otro hombre de nombre Juan Pablo Betances que también extorsiona, el pide dinero, dice que Ceballos no tiene acceso sino él; ahí entra la batalla final entre Ceballos y Juan Pablo. Convoco una reunión en mi casa entre Felo, Ramón y yo y le digo vamos a coger lo más barato que son los RD$400,000.00 mil pesos. Ahí Ceballos me ataca y me dice seguro que tu dices que Ramón no tiene dinero porque se lo dio a Juan Pablo. El día de los hechos Ceballos estaba con un señor alto, calvo con un carro Ford con una partición en el medio, con una luz roja pegada al tablero, me parece que su apellido es Gratereaux. Yo tenía un carro Kia sin placa de la Fiscalía que Ceballos me dio para que me moviera y al otro día de la muerte llamé al Magistrado Belliard y lo entregué.
En la habitación del hotel Santo Domingo el día 07/12/2006 oímos las declaraciones del raso P.N. Yean Enmanuel Robles Soto, quien presta servicio en la Procuraduría General de la República y participó en el operativo de la especie declara básicamente lo siguiente: Que el momento del suceso él era el conductor de la camioneta que quedó detrás de la del Dr. Ceballos. Que su misión en el operativo consistía en colocar las esposas del Dr. Ceballos conjuntamente con Montaño, una vez que este fuera arrestado. Que vió salir disparos de la camioneta del Dr. Ceballos y a Montaño caer para atrás como si estuviera herido, que haló por el chaleco y cubrió a Montaño. Que oyó y vio a una mujer gritando, entrar a un colmado, seguida por Enrique. Que vio a Enrique sacar de la camioneta del Dr. Ceballos, dos escopetas y quitarle la pistola al herido de la mano. Que fue él quien condujo al herido acostado en la cama de la camioneta y custodiado por dos agentes de la DNCD hospital y que no advirtió ninguna anomalía en el trayecto.
El 07/12/2006 la Comisión entrevista al Cabo P.N. Enrique de Jesús Giraldo que sirve en la Procuraduría General de la República y participó en el operativo de que se trata. Declara que llegaron a Puerto Plata como a las 12:00 ó 12:30 del mediodía, que los magistrados obtuvieran la orden contra Ceballos entre las 8:00 y 8:15 de la noche. Que en el momento del suceso iba en la camioneta que quedó detrás de la del Dr. Ceballos. Que al Primer Teniente Valenzuela levantar la mano izquierda haciéndole alto a Ceballos y de inmediato oyó tiros ahogados y al Coronel Dipré decir “Oficial herido”. Que mientras Valenzuela miró hacia atrás y ve a Montaño que se tira para atrás. Que pensó que habían herido Montaño y comenzó a disparar igual que el resto de sus compañeros. Que le pareció ver subir al Primer Teniente Valenzuela a la Jeepeta de Dipré y que en un momento después vio a la Camioneta de Ceballos correr adelante y pararse en el contén. A partir de ahí cesó el fuego y que unos 15 segundos después vio salir gritando, “no me maten” a una mujer bañada en sangre a quien después de revisar le preguntó cuántas personas más habían en la camioneta a lo que la mujer respondió que sólo Ceballos.
Que le pidió a uno de los miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas cubrirle para ir a ver si Ceballos estaba herido. Encontró a Ceballos herido como roncando, que de inmediato le quitó la pistola sacándole el cargador que estaba vacío. Que al manipular la pistola encontró una bala en la recamara. Que sacó también de la camioneta de Ceballos dos escopetas que estaban sobadas entre la palanca de los cambios y el asiento de él.
Que el Magistrado Belliard llegó y le dijo que no tocara a Ceballos, a lo que el replicó que todavía estaba vivo, a lo que repuso Belliard, sácalo para que lo llevemos al Hospital.
Que tuvo que sacarlo del lado del pasajero en razón de que el lado del conductor estaba obstruido por una mata.
Que fue llevado por Montaño que cuando el cuerpo de Ceballos estaba casi afuera se les safó. Que ha realizado cursos de inteligencia criminal, manejo de la escena del crimen con el FBI, levantamiento de huellas.
No tomó las precauciones para proteger las huellas de Ceballos en la pistola porque como estaba vivo pensó que podía estar fingiendo y que si no actuaba rápido Ceballos podía disparar.
Que nadie disparó la pistola de Ceballos después de habérsela quitado a él. Que Ceballos no tenía el cinturón de seguridad puesto.
El 08/12/2006 escuchamos a Julio Enmanuel Valenzuela Peña, Primer Teniente P.N. que acompañaba al Coronel Alejandro Dipré, participó en el operativo mandándole el alto al Dr. Ceballos, después de interceptarlo. Declara que se apeó por el lado derecho de la Jeepeta y que al levantar la mano izquierda para que Ceballos se desmonte recibió de una vez un impacto de bala en la pierna Izquierda cayendo no en el pavimento, sino medio en el asiento de la Jeepeta. Que el Coronel Dipré le ayudó a subir y que le recostó en el asiento derecho del vehículo, que mientras oía continuar los disparos se mareó y perdió el conocimiento. Que portaba una Pistola Glock 9mm y que en la Unidad Especial del vehículo tenían Uzi. Que no llevaba puesto el chaleco antibalas y que ni siquiera manipuló ni exhibió su pistola.
Esta es la última parte del informe final de la comisión de la Procuraduría General de la República que investigó las circunstancias en que fue tiroteado y muerto el fiscal Teódulo Ceballos Peñaló.
El informe fue preparado por los comisionados doctores Vielka Calderón Torres, Gisela Altagracia Cueto González y Amado José Rosa.
El 08/12/2006 escuchamos a Guillermo Antonio Tejada Kranwinkel miembro de la DNCD participante en el operativo de que se trata declarar básicamente lo siguiente: Que fue avisado de su participación en el equipo, el día anterior (22/11/2006). Que su misión era la de conducir el vehículo de la DNCD. Que en el momento del suceso su vehículo era el segundo detrás de la camioneta del Dr. Ceballos. Que mientras se destacó el tiroteo permaneció guarecido detrás de su camioneta. Que una vez cesaron los disparos recibió orden de proteger el perímetro. Que vio sacar las armas de la Toyota Tacoma gris por una persona de la Procuraduría. Que un chofer de la Procuraduría y sus otros dos compañeros de la DNCD, el Teniente Rivera y el Sargento Penzo se llevaron al herido. Que siguió a la Jeepeta roja que llevaba al oficial herido a un Centro Médico. Que portaba una pistola Stang Foglio 9mm y un fusil M16. Que se guareció detrás de la Camioneta porque no llevaba chaleco antibalas.
El 08/12/2006 escuchamos al Sargento E.N. Nicolás Penzo González, miembro del equipo de apoyo de la DNCD. Dice haber sido designado para participar por el Teniente Rivera. Afirma haber llegado a Puerto Plata alrededor de la 9:30 a.m. Que cuando los Magistrados consiguieron la orden en hora de la noche ya estaban muy cansados. Que fueron advertidos sobre la peligrosidad de la persona a detener y de lo fuertemente armado que se consideraba que estaba incluso con una ametralladora Uzi. Que partieron en caravana a Sosúa. Que el suceso ocurrió cuando el Coronel Dipré interceptó con su Jeepeta la Camioneta del Dr. Ceballos. Que escuchó disparos y que no pudo disparar su arma porque se encasquilló. Que fue quien acompañó conjuntamente con el Teniente Rivera al herido al Hospital por orden del Magistrado Bolívar Sánchez. Que el herido movía el brazo pero que el no le vio la cara. Que él asumió el control de la puerta el Hospital hasta que llegó la Policía de Puerto Plata. Que portaba un fusil M-16 y que en el trayecto iba en la cama de la camioneta del lado del pasajero.
El 08/12/2006 escuchamos al Primer Teniente Piloto E.N. JORGE LUIS RIVERA HERRERA, quien declaró específicamente: Recibió la orden del Presidente de la DNCD el 22/11/2006. Arribaron a Puerto Plata a las 11:30 a.m. donde se encuentran con los Procuradores Generales Adjuntos Bolívar Sánchez y Frank Soto, quienes le ordenan mantenerse en el área. A las 8:00 p.m. los Procuradores le informan que consiguieron las actas y que saldrían unos minutos después. Que fueron apercibido de que no se quería ningún exceso, pero que dentro del grupo podían haber personas que resistieran el arresto; y que si eran agredidos podían defenderse. Que al llegar a Sosúa vieron a los vehículos que le precedían en la caravana doblar en U y luego detenerse a la derecha para informarle que la Camioneta color gris doble cabina que iba delante era una de las personas a arrestar. Que delante iba la Jeepeta color vino que se le posiciona delante a la camioneta y le manda a parar. Que se detuvieron detrás y que escuchó salir disparos de la camioneta gris; y que oyó gritar ¡hay un oficial herido! Que tendió a cubrirse mirando en todo momento hacia la camioneta color gris, ya que desconocía la cantidad de personas que pudieran estar en ella y los armados que pudieran estar, porque los vidrios eran color negro. Que poco tiempo después hubo un alto al fuego y oyó a una muchacha salir de la camioneta gritando ¡está herido! ¡está herido!; veo los Procuradores y demás personal policial sacar al oficial. Que ayudó a transportar al herido al Hospital por orden del Procurador Bolívar Sánchez y que luego retornó a la Fiscalía de Puerto Plata y de ahí a la capital. Que es la primera vez que participa en un operativo como el de la especie. Que portaba una pistola Glock 9mm y una ametralladora P90. Que sólo tiene tres meses en la DNCD y que no disparó sus armas.
Que en ningún momento la ametralladora que portaba fue usada por ningún otro. Que no recuerda haber visto ninguna otra ametralladora P90 entre los participantes.
El día 14 de diciembre de 2006 procedimos a interrogar a David Rodríguez quien entre otras cosas nos declara. Con Ceballos además del trato como Fiscal me relacioné con el en razón de que yo fui el encargado de la defensa civil en Sosúa y el siempre estaba presente para ayudar cuando se presentaba la necesidad, fuera cuando había un desbordamiento de un río, ciclones, Semana Santa o navidad. Si tenía que quedarme en algunos trabajos comunitarios el Magistrado Ceballos me daba el pasaje y la comida.
El día de los hechos me llama y me dice “Cava” baje a mi casa a las 7:00p.m. que quiero hablar con usted; fui y lo esperé hasta las 8:05 y decidí marcharme porque vivo lejos; no lo llame por el celular porque desde su casa no hay señal. Cuando llegué a Sosúa lo llamé y le dije no tengo dinero y me dijo pasa por el Restaurante Garden Kate y tome un motoconcho y al llegar el me dio cien (RD$100.00) pesos, estando ahí llegó Erick Colón y me dice Ceballos no me falle mañana que tengo que decirle algo importante y entonces abordé el mismo motoconcho y me fui para la casa.
CONCLUSIONES
(Véase las declaraciones
de Judith Muaseur, Erick Colón)
La Comisión ha procesado y deliberado toda la información que, bajo inventario se ofrece, en la expectativa de que el Procurador General de la República la ponga a disposición de todo aquel a quien le interese. Toda ella nos ha resultado más que bastante para inducirnos a considerar que en la Comunidad de Sosúa existe un maridaje poligámico entre infractores. Que tal situación no le es ajena ni a las autoridades ni a la sociedad puertoplateña. Que, -inserto en ese ambiente el Dr. Ceballos se nos revela como un producto de ribetes particularmente alarmante, en tanto cuanto, exhibía de manera simultánea dos caras de una personalidad eminentemente contradictoria. En efecto, de un lado el Dr. Teódulo Ceballos se presentaba ante la vecindad sana y ante los medios de comunicación como el valiente defensor a ultranza de los derechos a la salud de la ciudadanía, como luchador que no daba tregua a los narcotraficantes. Además, muchos de los entrevistados coinciden, en que siempre estaba dispuesto a integrarse en los grupos de los entrevistados coinciden, en que siempre estaba dispuesto a integrarse en los grupos de altruismo comunitario, por ejemplo en las acciones de la Defensa Civil cada vez que se producían catástrofes, y sobre todo como un hombre que aún en las situaciones de producción de sus actos más desafortunados, dejaba expreso su predilección por su familia.
En aberrante oposición a la procedente panorámica, la Procuraduría General de la República, dando seguimiento inteligente, judicialmente autorizado, a la denuncia de Ramón Rodríguez, contra el Dr. Teódulo Ceballos, -reunió la suficiente evidencia para perseguir a éste por los crímenes de exigencia bajo extorsión de: a) la entrega de RD$400,000.00 pesos para supuestamente dárselo a los Policías de INTERPOL que buscarían al denunciante para arrestarlo y enviarlo en extradición a los Estados Unidos de América; b) el asesinato de un narcotraficante apodado Nonon, que una ocasión le habría recibido a tiros cuando un día se disponía allanarle; y c) conseguir que un tal Popo asesinara a la pareja de ancianos italianos cuya casa Popo cuidaba, con la finalidad de apoderarse de la vivienda y al mismo tiempo Popo recibiría a cambio en la negociación, la vivienda personal de Ceballos ubicada en Sosúa Abajo y la suma de unos US$30,000.00 dólares. Cabe destacar que esta denuncia de Ramón Rodríguez no era la única que existía, ya que existían otras en la Procuraduría General de la República y en manos del Procurador General de la Corte de Puerto Plata Dr. Félix Alvarez y del Fiscal Dr. Domingo Belliard, por esta razón los Fiscales Adjuntos recibieron la querella iniciaron la investigación para lo cual solicitaron del Magistrado Juez la autorización para grabar y firmar imágenes. Y el resultado de esta investigación determinó la urgencia de la actuación por dos razones primordiales: a) la amenaza de muerte contra varias personas y b) la entrega del dinero de la extorsión en ese día en específico.
Que a nadie se le ocurra pensar que por la gravedad de los cargos por los que hubiera podido ser procesado el doctor Ceballos con evidencias sostenibles, la Comisión pretende justificar como merecida, su trágica muerte. -Si hacemos referencia a este aspecto es sólo para dejar establecida la seriedad de la Procuraduría General de la República en el encaminamiento de las persecuciones penales en contra suya.
Que en cuanto a la forma de seguimiento del operativo mismo, la Comisión concluya que darle continuidad -después de la dificultades que se habían presentado- en una hora a todas luces inadecuada y lugar igualmente inadecuado fue una decisión, si bien movida por un sentido de responsabilidad en el trabajo, no menos cierto es que resultó poco ponderada y totalmente errática.
Durante la investigación analizamos la posibilidad de un elemento espurio lo que no pudo ser probado ya que las partes que intervinieron en el operativo tenían un sólo fin de tener y allanar al Magistrado Ceballos. Y de los militares que se mencionan siete de ellos pertenecen a los departamentos de investigación de la Procuraduría General de la República y sólo tres de ellos pertenecen a la Dirección Nacional de Control de Drogas los cuales eran jóvenes que oscilaban entre 21 y 31 años de edad y además sólo tenían tres meses perteneciendo en la Dirección Nacional de Control de Drogas.
La versión dada por Nélsido Ramos, (ver interrogatorio) de que el Magistrado Ceballos fue golpeado por uno de los agentes que le acompañaba en el trayecto comprendido entre el lugar del suceso y el Hospital Público de Puerto Plata, fue despejada por la respuesta dada por Amarilis Guzmán y el informe rendido por el Patólogo Forense doctor Bolívar García, del resultado de la autopsia, que entre otras cosas declara: “Las heridas recibidas en cara, frente y nariz son escoriaciones (no heridas) o sea Raspones” con leve edema (Hinchazón); estas corresponden posiblemente a caída; no a traumas contusos como arma contusa, léase cacha o cuerpo de una arma de fuego cañón corto o un Culatazo, de un arma larga, pues son muy pequeños y superficiales” y las fotos del cadáver del Magistrado Ceballos que vienen como anexos de esta (ver informe del doctor Bolívar García e interrogatorio de Amarilis Guzmán).
El hecho ocurrió porque se conjugaron tres elementos: 1_ La nocturnidad a la cual se llegó por la lentitud de los Jueces de la Corte Apelación de Puerto Plata en autorizar la orden; 2_ Por haber continuado con el operativo los Procuradores, aunque no existían las mínimas condiciones para hacerlo y 3_ Porque el Magistrado Ceballos disparó su arma (ver actas Inacif).
Analizadas las armas de todos los que participaron en el operativo y los proyectiles recuperados en el cuerpo del Primer Teniente y del occiso Magistrado Ceballos se pudo determinar lo siguiente:
A) El Proyectil recuperado en la pierna del Primer Teniente Valenzuela fue disparado por el arma del Magistrado Ceballos (ver certificación de Inacif).
b) El proyectil aparecido en la cabeza de Ceballos fue disparado por una ametralladora P-90 (ver certificación anexo).
Con relación a la Camioneta conducida por Ceballos la misma fue analizada por la Policía Científica en la persona del Señor Sylvain Fontaine quien funge como jefe de la Policía Científica de la Región Norte con asiento en Santiago y de quien se sabe su verdadera profesión es fumigador. Este no dio ningún resultado concluyente, muy por el contrario, probablemente fue él quien dañó o manipuló parte de la evidencia, ya que el cristal delantero que estaba totalmente tintado con papel negro, fue arrancado, destruyendo así evidencia importante para determinar la trayectoria de los proyectiles. En tales circunstancias nos vimos en la necesidad de solicitar al Director Nacional de Investigaciones Criminales de la Policía Nacional General de Brigada Bencosme Candelier, hacer nuevamente el experticio con los técnicos de Santo Domingo. El General nos requirió que le trasladásemos la Camioneta a Santo Domingo, lo cual aprovechamos nosotros para pedirle al ingeniero Francisco Gerdo Director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) la realización del mismo estudio antes de que se procediera al traslado del vehículo a la explanada del Palacio de la Policía, como medida precautoria al eventual deterioro que dicho traslado pudiera producirle. De nuevo los informes procedentes de la Policía nos fueron rendidos en condiciones similares al anterior, aunque aportaron nuevas fotos, todo aparentemente muy bien trabajado, tal como dicen los reglamentos, pero no nos aportaron ningún resultado concreto. En tales circunstancias le solicitamos colaborarnos con la realización del mismo estudio al doctor José Admirall Científico Forense, Director del Instituto de Investigación de Ciencias Forenses de la Universidad Internacional de la Florida. Este conjuntamente con los expertos José Francisco Corniel y Mirtha Nikaury Guerrero nos reportan los resultados siguientes: “El vehículo presenta impactos de balas en su parte trasera, cuya dirección es de afuera hacia adentro en el parabrisas existen por lo menos cinco (5) orificios de balas cuya trayectoria es de salida (de adentro hacia fuera) del vehículo. De esos cinco orificios hay dos que evidencian entrar desde afuera del vehículo por el cristal trasero y traspasan el parabrisas. Los tres agujeros restantes muestran con claridad que se originan desde adentro del vehículo (Ver certificación anexa).
En cuanto al análisis de los dorsos de las manos de Ceballos levantadas por la Policía Científica de Santiago para determinar si contenían residuos de pólvora, el analista forense José Francisco Corniel Cruz concluyó diciendo que el INACIF procedió a emplear la prueba química del rodizonato de sodio, específica para identificar colorimétricamente los componentes metálicos plomo y bario, presentes en la pólvora. Esta prueba no detectó la presencia de estos elementos. Se utilizó entonces la técnica de la difenilamina sulfúrica, la cual es una prueba de color específica para investigar la presencia de nitratos en la pólvora y que es mucho más sensible que la del Rodizonatio de sodio. Este nuevo reactivo detectó la presencia de pólvora en las manos del magistrado Teódulo Ceballos Peñaló.
Sobre los cinco casquillos levantados por el magistrado Belliard del piso delantero derecho de la camioneta del magistrado Ceballos, en el análisis del laboratorio (Inacif) dieron como resultado que fueron disparados con el arma del magistrado Caballos.
Dentro de una funda conteniendo ropas de María Teresa Acosta, la testigo que acompañaba a Ceballos el día de la ocurrencia de los hechos y la cual fue reclamada al Fiscal de Puerto Plata por su madre y su abogado José Carlos González y al momento de la entrega se revisó la misma y salió un casquillo que enviado el laboratorio dio como resultado haber sido disparado con el arma del Magistrado Ceballos (Ver certificación anexa).
Estas cinco pruebas obtenidas de los peritajes realizados por el Inacif y respaldada o ratificadas por el Técnico extranjero del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Miami, nos demuestran de manera irrefutable y sin ningún tipo de dudas que el Magistrado Ceballos disparó su arma e hirió al Teniente Valenzuela.
Pudimos probar también por certificación del Inacif que el proyectil que apareció en la cabeza de Ceballos fue disparado por la ametralladora P90, la cual pertenece a un miembro de la Dirección Nacional de Control de Drogas (ver certificación anexa).
RECOMENDACIONES
1. El Ministerio Público debe reformular su política de vigilancia de sus propios miembros, propiciando la investigación oportuna de las denuncias a fin de evitar la repetición de casos tan lamentables como el que motivó la presente investigación;
2. La Procuraduría General de la República debe aumentar los miembros del Departamento de Asuntos Internos, y al mismo tiempo priorizar la necesidad de crear una Policía Técnica de Investigación Judicial, adscrita a esta institución, con cierto nivel de independencia funcional, pero que garantice estándares de calidad adecuados en el manejo de las evidencias, escena del suceso y este tipo de tareas que constituyen la parte más sensible del trabajo del Ministerio Público, nivel óptimo de credibilidad ante la población y garantía a la ciudadanía de que su caso en manos del Ministerio Público y este cuerpo, tiene amplias posibilidades de éxitos.
3. En razón de que existe una contradicción entre la declaración del Primer Teniente Piloto, Jorge Luis Rivera Herrera, E. N. y el resultado de los experticios realizados por los técnicos forenses del Inacif, con relación al proyectil extraído del cráneo del Magistrado Teódulo Ceballos Peñaló y su procedencia, recomendamos apoderar la Jurisdicción Penal competente a los fines de instruir el presente caso.
4. Recomendar la suspensión de los Miembros del Ministerio Público que actuaron en el caso y que los mismos sean sometidos a la acción disciplinaria que establece el Estatuto del Ministerio Público.
5. Con relación a las demás personas que intervinieron en el acontecimiento objeto de la investigación, recomendamos que las mismas sean remitidas a sus respectivos organismos para que se les impongan las sanciones disciplinarias que pudieran corresponder en cada caso.
En vista de lo antes declarado dimos por terminado el presente informe final presentado por la Comisión que investigó los hechos acaecidos en comunidad de Sosúa Abajo, Puerto Plata en fecha 23 de noviembre de 2006. En la ciudad de Santo Domingo, Distrito Nacional, Capital de la República Dominicana, a los veintinueve (29) días del mes de noviembre del año dos mil seis (2006).
LICDA, GISELA CUETO
GONZALEZ
Procuradora General Adjunta
DRA. VIELKA CALDERON TORRES
Procuradora General de la Corte de Apelación de Santiago
DR. AMADO JOSE ROSA
Procurador General de la Corte de Apelación de San Francisco de Macorís