El Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) lanzaron ayer el “Programa de Certificación Académico en Soporte Vital Básico y Avanzado”, en el cual se capacitarán 500 personas que trabajan en las unidades de respuesta del Sistema Nacional de Emergencia 9-1-1.
El rector de la UASD, Iván Grullón, quien ofreció los detalles del programa, dijo que este se fundamenta en el reglamento técnico para la habilitación de servicios de ambulancias y demás normativas del sistema de salud para garantizar la calidad de la atención a los usuarios.
Expresó que en su primera etapa, el mismo incluye 32 cursos de soporte vital básico y 10 de soporte vital avanzado y que este se ajusta a los estándares internacionales.
Dijo que la plantilla docente del programa está integrada por profesionales de la más alta calificación, con acreditación nacional e internacional y con reconocida trayectoria profesional en el campo de la atención a emergencia médica en los ámbitos intra y extrahospitalario.
De su lado, el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Wilson Mejía, señaló que el curso tiene como propósito el desarrollo de capacidades técnicas y manejo de procedimientos básicos para responder durante los primeros minutos en el manejo de la escena, la estabilización “in situ” y el traslado adecuado de la víctima a un centro hospitalario.
El programa será impartido en 40 horas de docencia teórica y práctica en la UASD.
OPS. Además del Ministerio de Salud Pública y la UASD, también contribuirá con la formación de los docentes la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Alma Morales, representante de la entidad en el país, dijo que el mismo debe reforzar las emergencias intrahospitalarias, porque no se puede hablar de un sistema de salud sólido, de un acceso universal de salud para la población, si no se es garante de construir los pilares del sistema de salud.
Llamó a las autoridades a fortalecer el sistema de salud, en la medida que se pueda avanzar hacia una redistribución, para responder con calidad a las emergencias hospitalarias.