Inventor Barbary Plante lloró de felicidad día descubrió técnica

Inventor Barbary Plante lloró de felicidad día descubrió técnica

Preocupado por contribuir a reducir el hambre y la pobreza en el mundo, el inventor de Barbary Plante, el griego, nacionalizado francés Salah Barbary, lloró de felicidad el día que comprobó que su sueño estaba en vías de solución.   

Explica que se trata de una tecnología biodegradable y ecológica consistente en un granulado que se agrega al suelo y contribuye a mejorar las propiedades biodinámicas del suelo,  físicas, químicas y biológicas, incrementa la productividad y reduce el uso  mano de obra y otros insumos, así como el agua y  los costos   en más de 70%.

Además Barbary Plante absorbe 500 veces su volumen en agua, sea lluvia, rocío natural o riego; libera hormonas naturales que aceleran el crecimiento de hasta siete veces el sistema radicular.

Salah, hombre sencillo y amable, está de  visita en el país y accedió a una entrevista de este diario.

Dio gracias a Dios, porque  “en septiembre de 1985 obtuve la patente  de mi invento para  llevar el producto a  zonas secas, donde había millones de pobres hambrientos”, con la seguridad de una solución viable.

Barbary Plante nació por la preocupación de buscar  la solución al problema de la pobreza y del hambre que en  muchos países del mundo  lleva a la muerte a millones de personas.     

“Sentí una gran satisfacción al poder llevar este producto a los suelos de los campesinos, para sus siembras de maíz, frutas, vegetales y otros cultivos. Además, tuve la satisfacción mayor, cuando en 1986  se comenzó a producir entre  piedras y arena con  Barbary Plante,  sorgo, maíz y otros cultivos”.   

Ahí vio una solución al problema del hambre en las zonas secas, donde había una gran pobreza. En muchas zonas secas ha variado la producción con el uso de este producto.

Una empresa internacional trató de comprarle la patente de Barary Plante, pero no aceptó porque no podría volver a fabricarlo jamás  para seguir ayudando a países pobres que lo necesitan y porque a lo mejor no  iban a poder comprarlo por el alto precio.

Siguió hacia delante con su proyecto, hasta que logró instalar una pequeña fábrica en Francia, con una producción inicial de 500 kilos. 

Esa producción la envió a Africa, Marruecos, Israel, el Sur de Arabia y Dubai, y todos pudieron producir en terrenos pedregosos y con arena con temperaturas de hasta 40 grados y con poca agua.

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Invento

El día que logró su invento, dio gracias a Dios y  lloró de felicidad. “Estoy  agradecido de Dios, porque él me confió ese honor de  poder producir para la  vida y  mejorar la producción vegetal. Al producir más comida se le prolonga la vida a miles de personas. Barbary Plante nace por mi preocupación de buscar  solución al problema de la pobreza y  hambre en  muchos países que lleva a la muerte a millones de personas”.

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