Investigar para evaluar

Investigar para evaluar

Estos encuentros pretenden despertar la curiosidad, indagar y descubrir los motivos para demonizar o mitificar
Manuel Arturo . . Cualquier discusión se resuelve con la imputación de racista, hispanófilo, nacionalista…

El miércoles 25 de este julio caldeado, con eclipse de Luna y Marte provocando. Con la figura de Juan Pablo Duarte en la palestra, no por su hazaña sino por elrostro, rostro que desconocen aquellos que quieren su reivindicación. Hasta el hartazgo se repite que solo existe una imagen del patricio y que lo demás es paparrucha y maledicencia, pero no importa.El miércoles 25 de este mes intenso, con certezas, ocupaciones y preocupaciones, la Escuela de Formación Electoral y del Estado Civil-EFEC-, la Escuela de la Junta Central Electoral-JCE- continuó el ciclo de Paneles sobre el Pensamiento Social y Político Dominicano, iniciado el 26 de enero. El turno correspondió a Manuel Arturo Peña Batlle, la conferencia fue responsabilidad de un estudioso de su vida y obra, Juan Daniel Balcácer.El objetivo recurrente, la pretensión firme de estas jornadas es indeclinable: investigar para después evaluar. En el caso de la especie la expectación estuvo presente. Cómo referirse al hombre que tantos execran porque así dicta la premura cognitiva, esa que permite la sorna, la descalificación sin análisis. Cómo ir más allá de la chismografía, del epíteto que aúna odios. Panegirista de la tiranía y sanseacabó. Un dispensador de loas por la pitanza del poder. Error atávico para acomodar altares. La actitud de las personas, sus decisiones, tienen que ser evaluadas en su contexto, época, circunstancia. Estos encuentros pretenden despertar la curiosidad,indagar y descubrir los motivos para demonizar o mitificar.Superar la costumbre que repite prejuicios, corea insultos, sin jamás averiguar. Procede advertir que el interés de circunscribir, situar, no implica justificación ni excusa, sino que propende la evaluación responsable. Manuel Arturo Peña Batlle está pendiente en el imaginario criollo.La mención de su nombre divide. Cualquier discusión se resuelve con la imputación de racista, hispanófilo, nacionalista, en un momento que serlo parece crimen. Confunden fechas, hechos yel denuesto compensa. El pasado es un país extraño, comenta Balcácer que dicen algunos historiadores y en ese país extraño el acomodo es pernicioso. El autor de “La Isla de la Tortuga” nació el 26 de febrero del 1902 cuando, como recuerda el conferencista,la población dominicana era exigua y el perfil era de aldea. Estudió en la Universidad de Santo Domingo, en 1923 recibió el grado de licenciado en Derecho.Abogado, historiador, ensayista. Durante el Gobierno de Horacio Vásquez presidió la Comisión Delimitadora de Fronteras. Ministro de Relaciones Exteriores,presidente de la Cámara de Diputados, ministro de Interior. Responsable de la Colección Trujillo, su bibliografía incluye “Enriquillo o el germen de la teoría moderna del derecho de gentes”, “Las devastaciones de 1605 y 1606”, “La Constitución de San Cristóbal”, “Historia de la cuestión fronteriza domínico-haitiana”, “La rebelión del Bahoruco”. Ferviente opositor a la intervención de EUA 1916-1924. Del antitrujillismo pasó a engrosar las filas de los intelectuales del régimen, pero ninguno como él, asevera Andrés L. Mateo en “Mito y Cultura en la Era de Trujillo”:“… en el trujillismo es el único que debía íntegramente sus cargos públicos al poder del saber. Raymundo González de Peña en un ensayo publicado en la revista Clío expresa que “Pocos historiadores de nuestro país han trazado con líneas tan definidas sus planteamientos sobre la historia dominicana como lo hizo Peña Batlle, se labró un sitio propio en el trujillismo, nadie se lo dio ni le ayudó a conseguirlo”.Para Bernardo Vega,autor de “Manuel Arturo Peña Batlle previo a la dictadura: La etapa liberal”, el autor de Patria Nueva es una figura trágica.Balaguer afirma en “Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo” que“nunca se identificó totalmente ni con Trujillo ni con su Gobierno.” Maltratado por el tirano, decidió apartarse del mundanal ruido. Murió el 15 de abril de 1954. La presencia esa tarde, en el auditorio César Estrella Sadhalá,deElsa Peña Defilló, hija de Peña Batlle ysu testimonio, igual que la participación de Manuel Hazoury Peña,además de un privilegio fue una experiencia emotiva inenarrable.

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