Israel concentra tropas en frontera con Líbano

Israel concentra tropas en frontera con Líbano

BEIRUT (AP).- Israel concentró ayer soldados y tanques a lo largo de su frontera con el Líbano y ordenó a los civiles despejar la zona en medio de expectativas de una amplia ofensiva para expulsar a los guerrilleros del Jezbolá. La medida israelí presagia una intensificación del conflicto iniciado hace nueve días cuando guerrilleros del Jezbolá se infiltraron en Israel, lanzaron cohetes, mataron a ocho soldados y capturaron a dos.

En Washington se informó que el presidente George W. Bush se reunirá el domingo con funcionarios de Arabia Saudí para analizar maneras de poner fin al enfrentamiento, y que la secretaria de Estado Condoleezza Rice irá al Medio Oriente el domingo para presentar propuestas al respecto.

Rice dijo que se reunirá en Roma con los líderes de Israel y de los palestinos, y con otros aliados a fin de buscar las condiciones «para la estabilidad y para una paz duradera’’.

La secretaria de Estado descartó la posibilidad de llegar a un alto al fuego en el corto plazo y defendió su negativa a hablar con representantes de Jezbolá o de Siria.

«Siria sabe lo que tiene que hacer y Jezbolá es la causa del problema’’, dijo Rice en conferencia de prensa en el Departamento de Estado.

Al preguntársele por qué no fue a la región más temprano, respondió: «Hubiera ido apurada en un avión, correteando de un país a otro, sin saber lo que estaba buscando’’.

En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el embajador israelí anunció que su país permitirá el envío al Líbano de ayuda humanitaria.

Jezbolá lanzó el viernes por lo menos 11 cohetes contra Haifa, hiriendo a cinco personas. La aviación israelí castigó la carretera que conecta al Líbano con Siria y destruyó su puente principal. Un puesto de observación de la ONU fue alcanzado pero no hubo víctimas.

En la ONU, el embajador Dan Gillerman dijo que será abierto a últimas horas del viernes o el sábado un corredor en el territorio libanés para el paso de alimentos, medicinas y otros suministros de ayuda.

Israel ha impuesto un bloqueo naval y aéreo en el Líbano que lo ha dejado sin lazos de transporte con el mundo exterior. El gobierno israelí ha sido presionado internacionalmente para que permita el envío de alimentos, medicinas y ayuda humanitaria a la población libanesa.

Las fuerzas de infantería israelíes están dispuestas a realizar una breve incursión en el Líbano, dijeron fuentes militares que pidieron no ser identificadas.

Al atardecer, largas columnas de tanques, tropa, vehículos blindados y aplanadoras saturaban las carreteras hacia el norte de Israel.

En Israel, el comandante del ejército Dan Halutz dijo que habrá una ofensiva terrestre «limitada’’ si es necesario.

«Combatiremos al terrorismo donde se encuentre, porque si no lo combatimos, él nos combatirá a nosotros. Si no lo encontramos, él nos encontrará a nosotros’’, dijo Halutz en conferencia de prensa.

«Realizaremos operaciones terrestres limitadas a medida que sean necesarias a fin de lastimar a los terroristas que nos lastiman a nosotros’’, agregó Halutz.

El embajador israelí en Washington, Daniel Ayalon, descartó una ofensiva terrestre «prolongada y engorrosa’’ en el Líbano, pero advirtió que habrá incursiones en la zona fronteriza.

Ayalon dijo a la AP que Israel no descarta permitir eventualmente la presencia de una fuerza multinacional en el sur del Líbano, pero aclaró que primero se tiene que eliminar el centro de mando y los arsenales de Jezbolá.

El ejército israelí dijo que los cohetes de Jezbolá alcanzaron un puesto de la ONU cerca de Zarit, localidad israelí próxima a la frontera. Un funcionario de la ONU, en tanto, afirmó que el puesto había recibido fuego de la artillería israelí.

El puesto sufrió grandes destrozos, pero el personal ghanés que lo operaba resultó ileso ya que se había amparado en un refugio, según la ONU.

Por décimo día, los aviones de combate israelíes bombardearon el sur del Líbano. Una vivienda en el poblado de Aitaroum fue arrasada y se creía que había diez personas adentro, pero el personal de rescate no pudo investigar de inmediato porque los bombardeos continuaban, de acuerdo con funcionarios de seguridad.

Otro objetivo de los aviones israelíes fue la principal carretera entre el Líbano y Siria. Un puente de 1,6 kilómetros (una milla) entre dos montañas fue parcialmente destruido.

Israel, mientras tanto, llamó a gran parte de su reserva militar y parece decidida a lanzar una incursión terrestre en gran escala para expulsar a Jezbolá de la zona fronteriza. Se especula que los israelíes tendrían que actuar pronto ya que es previsible que la tolerancia internacional a su campaña no dure demasiado: Por lo menos 335 personas han muerto en el Líbano y 34 _ entre ellas 19 soldados _ en Israel.

Altos funcionarios israelíes se reunieron el jueves por la noche para decidir cuánta gente movilizar hacia el Líbano, según oficiales de alto rango, quienes dijeron que Israel no suspenderá su ofensiva hasta que haya empujado a Jezbolá más allá del río Litani, que fluye a unos 30 kilómetros de la frontera.

El secretario general de la ONU Kofi Annan advirtió que se está generando una gran crisis humanitaria en el Líbano y pidió un cese al fuego inmediato.

La ONU calcula que medio millón de personas han sido desplazadas de sus viviendas. Unas 130.000 se habrían ido a Siria y habría 45.000 que necesitan ayuda urgente.

Más de 300.000 personas viven al sur del río Litani, en una franja que Israel utilizó en el pasado como una zona de seguridad.

Prepara 5,000 reservistas

Jerusalén  (EFE).- La orden de movilización de 5.000 reservistas dictada ayer por las autoridades de Israel parece confirmar la tesis de que es inminente una operación terrestre a gran escala en Líbano.

Aunque las autoridades israelíes, muy en particular las militares, están intentando minimizar el calado de la orden, lo cierto es que movilizar a 5.000 efectivos de la reserva supone poner en circulación el equivalente en términos numéricos de una división.

Ello induce a pensar que a corto plazo se puede asistir a un nuevo giro en la ofensiva contra las posiciones del Partido de Dios (Hizbulá) en Líbano, que comenzó el pasado día 12 tras el secuestro de dos soldados israelíes y la muerte de otros ocho en un enfrentamiento fronterizo con milicianos del grupo chií.

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