Los ex peloteros el puertorriqueño Iván Rodríguez, Jeff Bagwell y Tim Raines fueron inducidos ayer al Salón Nacional de la Fama del Béisbol.
A los tres jugadores se agregan el ejecutivo John Schuerholz y el comisionado Bud Selig en la inducción de la generación 2017 del Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
Los cinco fueron honrados frente a una gran multitud, entre quienes se encontraban 50 miembros del Salón de la Fama como los inducidos el año pasado, Ken Griffey Jr. y Mike Piazza. Rodríguez, único pelotero latinoamericano que ingresó este año al Salón de la Fama, fue uno de los mejores receptores de la historia de las Grandes Ligas en una carrera de 21 años jugando para los Vigilantes de Texas y los Tigres de Detroit.
El boricua también lo hizo para los Marlins de Florida, los Astros de Houston, los Yanquis de Nueva York y los Nacionales de Washington. Rodríguez terminó su carrera con 2.844 imparables, 2.749 de ellos los conectó como receptor para conseguir la mejor cifra de todos los tiempos. También es líder en carreras remolcadas como un receptor, con 1.290, y con sus 304 jonrones como receptor ocupa el quinto lugar en esa lista. En la defensa fue único y lideró la Liga Americana con porcentaje de atrapar robo nueve veces en seis temporadas consecutivas de 1996 a 2001.
Durante su carrera fue galardonado con 13 Guantes de Oro, que representan la mayor cantidad para un receptor.
Jugó 14 veces en el Juego de las Estrellas y ganó el premio al Jugador más Valioso (MVP) de la Liga Americana con los Vigilantes en 1999 y repitió en el 2003 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional con los Marlins, rumbo al título de Serie Mundial.
Bagwell bateó para promedio de .300 o mejor seis temporadas en su carrera, y terminó con 449 jonrones y 1.529 carreras impulsadas de por vida.
Bagwell tuvo siete temporadas consecutivas con al menos 30 jonrones y 100 bases. Sólo seis jugadores tuvieron más que Bagwell, entre quienes se encuentran Barry Bonds, Babe Ruth, Jim Thome, Lou Gehrig, Frank Thomas y Ted Williams. Bagwell, que sigue siendo el rostro de los Astros, es el líder de todos los tiempos de la novena tejana en cuadrangulares y carreras impulsadas.
El pelotero ocupa el segundo lugar en Biggio en partidos jugados, carreras anotadas, imparables, bases totales y dobles.
Logró 202 bases robadas de por vida, que le permiten ocupar el sexto lugar. Raines logró 808 bases robadas, que le ayudan a ocupar el quinto lugar en la historia de las Grandes Ligas.
Sólo hay cuatro jugadores que lo superan, que son Rickey Henderson, Lou Brock, Billy Hamilton y Ty Cobb, todos ellos integrantes del Salón de la Fama.
La hazaña de Raines fue que robó por lo menos 70 bases en seis temporadas consecutivas, la racha más larga en la historia de las Grandes Ligas.
Su porcentaje de base robo de 84.7 por ciento ocupa el segundo lugar entre los jugadores con 300 bases robadas, sólo superado por el puertorriqueño Carlos Beltrán, con 86.4 por ciento). Su trabajo con el madero lo dejó con 2.605 imparables en su carrera de 23 años que jugó para los Expos de Montreal, los Medias Blancas de Chicago y los Yanquis de Nueva York.
Raines alcanzó base 3.977 veces en su carrera para ser el número 45 en la historia de las mayores.
El comisionado Bud Selig supervisó tantos cambios en el béisbol y dirigió las mayores juego a través de tantas situaciones que se hizo acreedor a la inducción al Salón de la Fama.
Mientras que John Schuerholz, el ejecutivo de béisbol y director general que dirigió a los Reales de Kansas City al título de la Serie Mundial de 1985, también tuvo buenos resultados con los Bravos de Atlanta durante 17 años.
Iván Rodríguez se ganó la mayoría de los aplausos de los asistentes a Cooperstown, ya que fue el mejor catcher de su época y los fanáticos gozaron su bateo y defensa.