Jabón en el sancocho

Jabón en el sancocho

Un viejo amigo, conversador, bien informado y con la mente clarísima, dice que jamás nos pondremos de acuerdo sobre si es o no necesario el referendo para reformar la Constitución del 2010. En primer lugar, porque el texto de la propia Ley Substantiva no es suficientemente “terso y explícito”. Las discusiones han sido entre abogados, como es de rigor cuando se trata de problemas legales; y a las interpretaciones jurídicas de carácter constitucional se añaden argumentaciones estrictamente políticas. En estos asuntos, lo habitual es hacer un “emplasto” entre lo jurídico y lo político. A juicio de mi amigo, haría falta considerar las cosas desde el punto de vista histórico, no solo desde el ángulo jurídico.

En la República Dominicana hemos tenido treinta y tantas constituciones; lo cual indica que es un documento que “se modifica mucho”. Ha sido así en toda nuestra “historia republicana”. Las historias nacionales funcionan como corsets que condicionan la vida social en todos sus aspectos. En Rusia, Putin y Medvedev intercambian el ejercicio del “poder central”. Mientras Putin es un zar, Obama es un presidente, limitado por el Congreso, por las instituciones jurídicas. Sin la tradición del imperio de los zares no podría explicarse la dictadura de Stalin durante la época soviética. La esclavitud en Norteamérica y la Guerra de Secesión, han condicionado la actuación del Presidente Obama.

Leonel Fernández, abogado y político, ha echado jabón en el sancocho político del Presidente Medina. Con el calor de la hervidura la espuma desbordará la cacerola… y entonces la carne y los “víveres” se lavarán con el agua filtrada de los intereses. Serán inevitables los arreglos, avenimientos y “bajaderos”. Son hechos “futuribles” dentro de la cultura política de “nuestros países”. En verdad, podríamos afirmar que este es un tema “bolivariano”.

En Cuba, Fidel Castro gobierna hace cincuenta años; hay reelección continuada en Bolivia, en Nicaragua, en Ecuador y otros países de América. Leonel Fernández quiere ser Presidente por cuarta vez; Danilo Medina aspira a un segundo mandato. Según mi viejo amigo, Trujillo rechazó la reelección en un discurso que pronunció en Azua, en 1931. Después de eso, gobernó 30 años. Políticos, politólogos y “encuestólogos”, no tardarán en comprobar los efectos pasajeros del jabón.

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