JAD en favor de los cambios

JAD en favor de los cambios

Desde el 12 de diciembre de 1984, la agropecuaria dominicana comenzó a vivir cambios que han ido definiendo un perfil provechoso en la relación del hombre de campo con la producción. En esa fecha nació la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), la entidad de origen privado que se convertiría en la más influyente en el sector, inspirada en la meta de impulsar su crecimiento por medio de los avances tecnológicos, el acceso al crédito y las mejores prácticas, así como el asesoramiento permanente.

La JAD ha tratado desde entonces de ser una aliada omnipresente del pequeño, mediano y gran productor. Es la organización que agrupa a la mayoría de las agroempresas y asociaciones de productores individuales. Ella sienta en una misma mesa y mide con el mismo rasero a micro, pequeños y grandes productores para poner en contexto las mejores prácticas de producción, conservación ambiental y almacenaje.

Esta organización ha sido contraparte idónea en el trazado de políticas públicas de impacto en la actividad del campo. Ha sido un vehículo de transparencia en el manejo de los contingentes arancelarios, que llegaron a ser una especie de botín de unos pocos. En su existencia, la JAD ha contribuido para lograr que la producción agropecuaria del país sea uno de los puntales de nuestra economía. Congratulaciones.

PESAR POR TEUDDY SÁNCHEZ

A Teuddy Sánchez López le sorprendió la muerte a una edad temprana, pero que le permitió acumular un ejercicio intenso de la comunicación social y una inagotable vocación de servicio hacia la sociedad, y en particular para su provincia, Barahona. Ejerció durante buen tiempo la corresponsalía en este diario y el vespertino El Nacional. Era propietario y director del medio digital ecosdelsur.net y trabajaba en el programa radial Acción Mañanera Sabatina, por Palma FM.

Teuddy ejerció el sindicalismo periodístico con mucha dedicación y responsabilidad. Por varios períodos fue secretario general de la filial del Colegio Dominicano de Periodistas en Barahona y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa. El país pierde a un comunicador social de una intensa vocación de servicio. Paz a sus restos.

 

 

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