Jesucristo sendero y fanal eterno

Jesucristo sendero y fanal eterno

El primer día de Luna Nueva de la Primavera, conforme a la Biblia, expiró en el madero de tormento con el designio divino del Padre de redimir el pecado original de la primera pareja en el Edén profanado y perdido, Nuestro Señor Jesucristo, hace 2014 años, y su dechado crece cada vez más en la conciencia de los justos y rectos.

El Grecco se inspiró en su famoso lienzo en el único gesto de ira del manso Rabí de Nazareth, con el látigo en alto, echando a fuetazos a los mercaderes y cambistas del Templo, parábola, que era el método por excelencia de su docencia, traducida a los farsantes y sabandijas humanas.

Miguel Angel Buonarroti, el genio más completo producido por la humanidad, lo plasmó en la Ultima Cena, junto a sus once discípulos, incluido quien lo vendió por treinta denarios a Pilatos.

Caravaggio se inspiró en el martirio del Redentor de la Humanidad, plasmando en un lienzo inmortal el descenso del madero de tormento, donde expiró el ser humano más referente y perfecto que registra la historia bíblica de cinco mil años de la presencia del hombre en la Tierra.

Este hombre divino nunca poseyó una casa, un armario (closets) para guardar sus vestidos, nunca acudió a un sastre para confeccionarse un traje pret a porter, comprar un “apéame uno” en una tenducha, o un par de sandalias; su almohada fue su brazo al descampado, o cuando algún seguidor le concedía posada le proporcionaba una. No recibió un título académico. No conoció el reposo pleno, una siesta, un camping, no compartió una serenata. No tuvo esposa, ni hijos, pero legó a la humanidad el código para redimirse de la muerte, que es el salario del pecado original.

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