SAN LUIS. Jhonny Peralta se siente muy orgulloso de vestir el uniforme de los Cardenales de San Luis, el equipo que le ofreció un contrato de cuatro años y $53 millones de dólares en la temporada baja, pero muy pocos saben cuán cerca estuvo el dominicano de ser el tercera base de los Yankees de Nueva York.
Peralta confirmó los rumores obtenidos por ESPNDeportes.com de que los Yankees estuvieron involucrados en extensas negociaciones en el invierno para ficharlo como el reemplazo de Alex Rodríguez, de quien ya se rumoraba que sería suspendido por las Grandes Ligas por sus lazos con la clínica Biogénesis.
A pesar que el mismo Peralta tuvo que cumplir con su propia sanción de 50 partidos en su último año de contrato con Detroit, los Yankees expresaron un gran interés en el infielder, pero en un principio se negaron a un acuerdo de más de tres años, una de la cláusulas más cruciales para el dominicano.
Sin embargo, una vez Peralta estaba cerca de firmar contrato con San Luis, sus representantes se acercaron una vez más a la gerencia del equipo neoyorquino, que finalmente se decidió por mejorar la oferta.
Pero para Peralta la propuesta de los Yankees llegó muy tarde.
El toletero dominicano admitió, sin dar mayores detalles, que prefirió continuar su carrera fuera de las luces y el circo mediático que gira en torno a los Bombarderos del Bronx, en particular después de pasar uno de los peores años de su carrera.
«Me siento bien [vistiendo] de rojo ahora y la mejor opción fue venir aquí a San Luis», dijo Peralta a ESPNDeportes.com.
«Los Yankees estuvieron en conversaciones también, pero tomamos la decisión de venir aquí, un equipo que es muy bueno para jugar también».
El versátil pelotero de 32 años admitió que una de las tentaciones más grandes de firmar con Nueva York había sido no sólo el poder jugar con el equipo con la mayor cantidad de campeonatos en las Grandes Ligas, sino también compartir el campo con el capitán Derek Jeter.
Peralta bateó para .303 con 11 jonrones y 55 carreras impulsadas la temporada pasada con los Tigres de Detroit, y se estimaba sería uno de los agentes libres más cotizados, pero después de cumplir con un severo castigo por violar el acuerdo antidopaje de Grandes Ligas luego de la investigación de la clínica Biogénesis, su viabilidad se puso en entredicho.
Es por ello que el dominicano se siente muy agradecido por la nueva oportunidad que le ofrecieron los Cardenales, aunque no descartó probar suerte en otro mercado en un futuro, entre ellos Nueva York.
«Ya pasó la pesadilla que tenía y gracias a Dios salimos bien, y me siento orgulloso de estar jugando de nuevo aquí, y más en la posición de shortstop, que San Luis me dio la oportunidad», agregó el dominicano.
«La pelota siempre se corre mucho y uno no sabe dónde va a parar. Estoy aquí en San Luis ahora pero uno no sabe lo que va a pasar, un cambio o algo por el estilo, y uno no sabe dónde va a caer», precisó el jugador del cuadro.