Las Estrellas Orientales tardaron cinco décadas para poder ponerle fin a su racha de temporadas sin lograr una corona de la pelota invernal dominicana.
Durante ese tiempo, en los principales puestos de toma de decisión emplearon todo tipo de personalidades.
Ex jugadores, escuchas de equipos de Grandes Ligas, directores internacionales de organizaciones de Estados Unidos, lo probaron todo.
A José Mallén Calac, un hombre joven con experiencia empresarial en los negocios de su familia, más sin una trayectoria de béisbol fuera del equipo que preside su padre, le tomó dos temporadas para romper con el maleficio.
“Cuando tienes talento como el que tenemos aquí, un líder como Junior Lake, un manager como Fernando Tatis, él inspiró nuestros jugadores. Dios nos inspiró a todos nosotros. Este es el inicio de una dinastía”, comentó Mallén Calac.
Mallén Calac se apartó de su trabajo formal y sacó tiempo para organizar las Estrellas Orientales y encaminarlas a lo que hoy es un título de campeones, con la esperanza de poder agregar muchos otros en un futuro muy cercano.
¿Qué motivó a Mallén Calac?
“Por mi papá asumí el reto, por él estoy aquí y creo que él debe estar tan contento como yo con lo que hemos logrado”, dijo.