Los primeros años de su vida transcurrieron navegando por las cálidas aguas del mar caribe junto a su padre, quien era marino. Pero su sueño era volar y surcar los cielos de este planeta con la agilidad y la destreza de una gaviota. Volar sin límites. Alcanzar las alturas inexploradas como si fuera protagonista del famoso libro de Richard Bach, “Juan Salvador Gaviota”.

Es por ello que desde muy joven inició sus estudios de aviación en los Estados Unidos.

“Le doy gracias a Dios por haberme permitido estudiar lo que me gusta y moverme dentro de un oficio que me apasiona”, así se expresa José Miguel Patín, presidente de Air Santo Domingo.

Pero el éxito que exhibe hoy, con su propia línea aérea, no fue fácil lograrlo.

Cuando retornó al país trabajó como piloto en Dominicana de Aviación durante diez años.

“Fue entonces cuando percibí la necesidad de que existía un vacío en lo que eran los vuelos ejecutivos en la República Dominicana. Inicié una pequeña empresa en el año 1983 que se llamaba Servicios Aéreos Profesionales. Iniciamos con vuelos ejecutivos en aviones charter por toda el área del caribe, y en la década de los 90, debido al auge del turismo, ampliamos nuestra flota para llegar a los turistas que llegaban a distintos puntos del país”.

Explica que por medio a esta empresa se desarrolló una relación comercial de tripulaciones que llegaban de toda el área del caribe. “Es una necesidad que como isla le faltaba a la aviación dominicana y que nosotros llegamos en el momento exacto a llenar ese espacio”.

Más tarde, adquiere la línea aérea Air Santo Domingo y su principal reto fue darle un giro en lo que eran las operaciones. “Primero nacionalizarla y adaptarla a las costumbres del dominicano y del touroperador que ya estaba acostumbrado a los detalles de Servicios Aéreos Profesionales”.

Es así que los servicios a toda el área del caribe con vuelos charters hacia Barbado, Estados Unidos, Montego Bay y Cuba.

En el área regular tienen dos vuelos a San Juan Puerto Rico y a New York.

Para hablar de la imagen y los proyectos que tiene en Air Santo Domingo nos acercamos a Isabel Patín, quien además de su hija, es la encargada de publicidad de esta compañía.

Orgullosa de trabajar en una empresa que han hecho de ella un patrimonio familiar nos dice que su trabajo le encanta porque cada día le permite hacer cosas nuevas y cambiar de ambiente en cualquier momento.

“Mi papá tiene 25 años en Servicios Aéreos, en vuelos charter, pero los vuelos regulares se realizan a través de Air Santo Domingo. No somos unos improvisados, queremos que la gente entienda que es un negocio, de familia, que aparte del negocio está involucrado el nombre de nosotros. Entiendo que esa es una buena imagen porque cualquier persona tiene acceso directamente a nosotros”, dice.

Y es que además de Isabel también integran esta compañía, su madre, Ysabel Hernández de Patín, administradora del grupo; y sus hermanos, Oscar Patín, vicepresidente de operaciones; José Miguel Patín, gerente de la oficina de Air Santo Domingo en San Juan, Puerto Rico, y Joan Miguel Patín, labora en el área de mantenimiento de aeronaves y hangares en el Aeropuerto de Herrera.

Air Santo Domingo hace honor a su slogan que reza

“Prestigio dominicano en el mundo” porque desde su inicio quisieron romper con el esquema de que el dominicano que vive en New York vive en los lugares más apartados de esta gran urbe.

“La oficina que tenemos en New York está en Park Avenue, una zona de prestigio. Con esto queremos decirle al mundo que el dominicano se merece el mismo respeto y atención que los demás”, afirma Isabel Patín.

¿Se le ha hecho difícil cambiar la imagen que tenían las líneas áreas dominicanas?

“A todas las líneas aéreas que no son gubernamentales se le ha hecho muy difícil porque no tienen el apoyo. Depende de que tan buena sea la estructura que uno tenga para luchar contra eso. Nosotros tenemos como política estudiar cada paso que damos. Por ejemplo, queremos abrir nuevas rutas y antes de ofrecerle este servicio al público debemos hacer un estudio de mercadeo y estrategia”.

Retornamos nuestro diálogo con el señor José Miguel Patín a quien le cuestiono sobre los principales retos que ha tenido que enfrentar en Air Santo Domingo.

“Sigue siendo uno de nuestro norte recuperar la confianza de las personas que viven en New York. Hoy en día el 65 por ciento de los dominicanos que vuelan a San Juan lo hacen por aerolíneas criollas. No hemos logrado este récord con la ciudad de New York porque la comunidad dominicana ha sido muy maltratada y hemos sufrido en carne propia eso; piensan que si es una línea dominicana presentarán problemas de que el vuelo no sale a la hora exacta. Hemos asumido una responsabilidad, esa es una de nuestra meta, que el dominicano que vive en New York tenga la confianza de volar en su línea aérea y que se identifique con ella”.

Aunque entiende que están compitiendo con líneas aéreas que cuentan con ayuda de sus gobiernos. “El año pasado le dieron 18 mil millones de dólares para que no cerraran y una de ella terminó con 1.32 billones de dólares en pérdida y su gobierno la subvenciona. Lamentablemente, ese no es el caso de nosotros”.

De origen muy humilde, ha sabido escalar peldaño hasta convertirse en un próspero empresario.

“Es un gran orgulllo haber llegado donde estoy y donde pienso llegar, no por la ambición del dinero, sino más bien porque creo que el hombre hace de él lo que se propone ser, independientemente de que vivimos en un país donde las oportunidades son muy difíciles, y lograr hacer realidad los sueños cuesta demasiado sacrificio”.

El señor Patín siente un gran placer de trabajar rodeado de su familia. “El haber integrado a mi familia me ha quitado mucha responsabilidad. Me siento muy orgulloso de haber logrado que mi familia se entusiasme con este negocio que no es mío, sino de ellos y cada quien disfruta lo que hace”.

A sus hijos les ha enseñado que cada día se tiene que aprender algo por humilde que sea. “Un día útil para mí es cuando aprendo o enseño algo”.

¿Cuál cree usted que ha sido el mejor ejemplo que le ha dado a sus hijos?

“El trabajo. Quizás hay momentos en que los he sacrificado porque no he estado mucho tiempo con ellos, pero yo entiendo que el trabajo es la mejor herencia que les puedo dejar. En mi vida lo que importa es el amor que le tengo a su madre, a ellos y el amor al trabajo”.

A seguidas dice que hay que dedicarle tiempo y amor a los hijos. “Si uno es responsable de haber traído ese ser al mundo, debe tratar de que sean tus amigos, no solamente piensen que eres su papá, sino ser partícipe de sus cosas”.

¿Qué mensaje le puede enviar a los jóvenes que le gusta la aviación?

“Ser auténticos, que se identifiquen con lo le gusta porque el éxito viene del sacrificio y va ser mucho más fácil si se escoge algo que le guste”.

José Miguel Patín se define como una persona que ha tenido muchos sueños, uno de los sueños más anhelado por él ha sido pasar por la vida y tratar de ser feliz y que las personas que le rodean también puedan ser partícipes de esta felicidad. “Así como he tenido éxitos, también he tenido fracasos, de los cuales me he levantado. Lo que no puedes es dejar de hacer cosas por temor al fracaso”.

La familia Patín-Hernández cada día comienza y termina con una oración a Dios.

“En la mañana le doy gracias a Dios por haberme permitido poder disfrutar de un nuevo día y que me de la inteligencia y la sabiduría para enfrentar los retos que nos presenta la vida”.

En su hogar tienen el hábito de levantarse temprano, luego de tomar café y ver la televisión, a las ocho de la mañana comienzan la rutina de trabajo. “Tenemos la costumbre de una familia humilde que trabaja y tiene su horario. Anteriormente tenía una vida que no sabía cuando llegaba a la casa porque mi oficio de piloto me obligaba a permanecer varios días fuera del hogar, pero gracias a Dios, eso no pasa ahora. Estoy más estable, ahora yo dirijo o hago algunos vuelos”.

Al pasar balance sobre su vida nos confiesa que “yo soy un hombre feliz y me siento satisfecho con la familia que tengo y con los logros que he podido alcanzar profesionalmente”.