El lanzallamas José Rijo, como una fiera indomable en el box, se convirtió en el alcalde de Mazatlán, Jorge Bell, con un bate encendido y una defensa impecable, además el trabajo de Rudy Law, fueron el principal soporte, para que los Tigres del Licey, impusieran el orden y ganar la quinta corona durante la Serie del Caribe, celebrada en 1985, en Mazatlán, México, una de la más disfrutada por la fanática de esa alegre ciudad, donde estuvieron integrados todos los sectores de la vida nacional.
Rijo, en su plenitud de la juventud, cuando subía al box, lo hacia con la mala intención de dominar al contrario a base de una bola super a rápida y un cambio que le doblaba las espaldas a los bateadores.
El nativo de San Cristóbal, desde que llegó a Mazatlán, impuso el orden cerrándole la vía a los bateadores, para que no llegaran a la primera base. Por su parte Bell, uno de lo más temible bateadores, no tuvo compasión con los lanzadores contrartios, bateando la esférica por todos los lados del campo. De nuevo hay que resaltar el trabajo de los Tigres del Licey, por parte de su presidente el inmortal Monchín Pichardo, presidente y gerente general.
Los Tigres del Licey continuaron su dominio en la Serie del Caribe, al ganar el Clásico de 1980 y 1985.
El Licey contó con una constelación de estrellas de lanzadores, para conquistar la Serie del Caribe de 1985, donde el punto más luminoso, fue el estelar derecho José Rijo, quien se adueñó del estadio de Mazatlán, en México. Rijo, actuando como relevista salvó tres choques de los cinco triunfos que logró el popular combinado, para conquistar la corona. El nativo de San Cristóbal, fue la diferencia y logró dominar a los contrarios en los finales de cada partidos. El combinado azul contó con un cuerpo monticular con figuras como Pintacora de los Santos, Balbino Galvez, Tom Brennan, Jeff Keiser, Mike Torres y Brian Holton, para mencionar algunos, quedó por encima de lo que los demás equipos. Rijo, que en ese entonces fungió como relevista, fue escogido como el relevista del equipo Todos Estrellas seleccionado por la prensa deportiva, además el Jugador Más Valioso de la justa. Esta serie estaba supuesta a celebrarse en Santo Domingo, pero debido a problemas económicos y el alto costo del evento, la misma fue trasladada a México. En el clásico caribeño de 1985, el bateo del toletero dominicano Jorge Bell y del refuerzo Glenn Davis impulsaron la ofensiva quisqueyana, que también contó con la presencia de Ralph Bryant. Al conseguir la corona, el Licey se convirtió en el primer equipo en ganar cinco Series del Caribe.
En el primer juego, el Licey venció 4-2 a los Tiburones de La Guaira, de Venezuela. En este encuentro los bateadores del Licey, Jorge Bell, Glenn Davis y Ralph Bryant dispararon jonrones. Tom Brennan fue el lanzador ganador y Rijo salvó su primer partido. La única derrota dominicana fue en el segundo partido, México apabulló a RD 11-0.