Cuando Juana Rosario Arrendel, aquella jovencita de apenas 14 años, llegó a una pista de atletismo para iniciarse en la modalidad de Salto Alto, jamás pensó que logrará una carrera que la llevaría años después al Pabellón de la Fama.
“Nunca me di por vencida ante tantas adversidades que uno pasa en estas lídes, me defino como una guerrera, las 24 horas del día, me gustan los retos”, afirmó Arrendel al conversar con redactores de HOY en su residencia en el Municipio Santo Domingo Este.
Manifestó que estar en dos Juegos Olímpicos, varios Juegos Panamericanos y Centroamericanos, así como Mundiales, es algo que jamás olvidará en su vida.
“He conocido muchos países, he logrado muchos amigos y también muchas medallas de calidad para mi tierra”, enfatizó.
Su primer entrenador. Exclamó que siente profundo respeto por el educador físico Luciano Alvarez, quien fue la persona que la descubrió como atleta y la introdujo en el salto alto cuando tenía 14 años de edad y residía en su natal San Pedro de Macorís.
“Con él di mis primeros pasos en el Atletismo y le agradezco un mundo, porque pude darle muchas victorias a mi país”, narró Arrendel.
Su llegada al Pabellón de la Fama. Recordó Juana que cuando recibió aquella llamada del Pabellón de la Fama del Deporte dominicano donde le indicaban que había sido escogida para la Inmortalidad, fue algo muy grande en su vida.
“Me quedé sin palabras, llegaron muchos recuerdos a mi mente y no podía contener la alegría, que de inmediato compartí con mis familiares y amigos”, adujo.
Subrayó que “todo el mundo tiene la esperanza de algún día llegar al Pabellón, sabía que lo que había hecho como atleta algún día se tomaría en cuenta”.
“Todo lo que he vivido en el deporte es una gran bendición de Dios, para mí, toda mi familia y amigos”, opinó la medallista de oro en Salto Alto en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003. Se retiró en 2008.
Su nombre artístico. La saltadora de San Pedro de Macoris contó como anécdota el por qué lleva de primer apellido Arrendel (apellido materno) y no como Rosario, el paterno, y sostuvo que “un periodista me recomendó usar ese apellido y así lo publicó en un periódico, y lo acepté, me gustó. Mi papá me reclamó y le comenté: mi papi, tranquilo, ese es mi nombre artístico”.
Conoció muchos países. Expuso que gracias al atletismo y al deporte logró conocer muchos países de los diferentes Continentes, cosa que la hace sentir muy orgullosa y feliz.
“Cada vez que íbamos aunos Campeonatos Mundiales o Juegos Panamericanos, Centroamericanos o unas Olimpiadas, la bandera dominicana siempre estaba primero”, recalcó.
Inmortal en su tierra, SPM. Juana Arrendell fue inmortalizada en Septiembre de 2017 a la condición de doble inmortal del deporte nacional, luego de ser exaltadas al Salón de la Fama de Deportistas Petromacorisanos en su Noveno Ceremonial celebrado en el salón Don Francisco Comarazamy, de Alcaldía Municipal. “Soy una reina, mi pueblo me adora y jamás olvidare ese momento que vivi junto a otras grandes glorias del deporte de San Pedro de Macoris”, preciso.
Visitar su madre y familiares. Dijo Arrendel que una de las cosas que más disfruta ahora es irse con su hijo a la casa de su madre en San Pedro de Macorís para estar con sus familiares. “Tengo mi apartamento allí, descanso, bailo, converso con mis amistades y paso buenos momentos”, sentenció.