“¡Yo lo mato!..”, gritaba repetidamente entre lágrimas una señora, mientras forcejeaba con los guardias que custodiaban a Víctor Alexander Portorreal, alias “Chamán Chacra”, al momento de intentar entrar a la sala del Cuarto Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional.
Los gritos de furia e impotencia de la señora, que se identificó como tía de la asesinada Reyna Isabel Encarnación, estremecieron los pasillos del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, mientras “Chamán Chacra”, cabizbajo, apresuró el paso en su intento de evitar ser golpeado por otras personas que aguardaron en la entrada de la sala, donde la jueza Solange Raquel Vásquez le ratificó la prisión que será revisada nueva vez el próximo 12 de octubre.
“La gente le dice a uno que lo coja al paso, pero no. Ese dolor está ahí, latente todo el tiempo y en todo momento. Yo me levanto y es buscando mi niña y no la veo. Eso fue un asesinato y un abuso lo que él hizo y 30 años no son nada para él”, exclamó desconsolada Angela García, abuela materna de Daniela, Rahamin y Angela Encarnación.
Por su parte Daniel Boden, padre de los niños asesinados, visiblemente indignado no dudó en pedir que caiga todo el peso de la ley sobre Portorreal.
“Alguien me dijo que si yo pedía que lo soltaran era porque quería tomar venganza; díganme ustedes, ¿quién no?”.
Boden dijo que el culpable de la muerte de sus hijos parece como si estuviera en un resort, por las buenas condiciones físicas en las que se encuentra, mientras que los familiares de las víctimas tienen que lidiar con el trauma.
En las audiencias anteriores los familiares expresaban que no entendían por qué debían someterse a ese proceso tan tortuoso, si el crimen había sido aclarado y el imputado había confesado los asesinatos, por lo que debería ser un juicio más abreviado para llegar a una condena lo más pronto posible.
El prevenido de libertad se encuentra en el Centro de Corrección y Rehabilitación San Pedro de Macorís en condiciones de aislamiento.