La suspendida jueza de la Ejecución de la Pena de San Francisco de Macorís, Aleyda Jiménez Acosta, reiteró que actuó apegada a la ley en su decisión de variar la prisión a Pedro Alejandro Castillo Paniagua (Quirinito), condenado a 30 años de prisión y quien habría simulado estar enfermo para lograr el cambio de régimen.
Asimismo dijo que en su dictamen evaluó los documentos que presentó el recluso, los cuales señalaban que padecía un cáncer terminal que luego le habría causado la muerte, según acta de defunción que las autoridades alegan es falsa porque él está con vida.
Debido a la supuesta enfermedad, la juez autorizó que Quirinito cumpliera prisión domiciliaria.
Jiménez fue interrogada ayer por el inspector de la Suprema Corte de Justicia, Radhamés Peña, durante alrededor de una hora y media. A su llegada instó a los periodista a preguntarle al inspector por qué ella estaba allí. Posteriormente a su salida dijo que acudió a aclarar “cosas del proceso”.
Jiménez llegó casi al mediodía acompañada de la abogada Selena Mercedes, quien se definió como su amiga, dijo que se estaba cometiendo un abuso contra la jueza a quien definió como la más seria del sistema de justicia.
En tanto que para hoy se tiene previsto interrogar al también suspendido juez de la Ejecución de la Pena de San Cristóbal, Willy de Jesús Núñez, quien autorizó a Quirinito al cambio de prisión desde la cárcel de San Cristóbal a la de San Francisco por “razones humanitarias” para que estuviera cerca de sus parientes.
Quirinito está condenado a la pena máxima por haber dado muerte al español Gustavo Adolfo Cervantes, un hecho ocurrido en el 2009 en San Cristóbal.