En sus años de infancia, Júnior del Rosario se dedicó a la venta de discos compactos (CD de música) y películas en los formatos BHS y posteriormente en DVD, sin preocuparse por el contenido.
Solo quería producir “dinero”, de una forma que consideraba honesta, para sobrevivir, estudiar, ayudar a su madre y uno de sus hermanos, el menor.
Entendió desde pequeño, que no solo debía luchar por sobrevivir, sino también para mejorar y lograr en el futuro una vida más digna y decorosa. “Tomé la decisión de inscribirme en el colegio Hogar del Niño y a partir de entonces mi suerte y mi vida comenzaron a cambiar”, recuerda.
Narra que ya en el colegio pasó a formar parte del equipo de voleibol y producto de su talento recibió una beca que le cubrió los estudios completos.
“Ganamos tres años el torneo intercolegial de voleibol de la provincia y pude completar con beca los estudios y terminar el bachillerato”, dijo.
Indicó que su talento también impresionó a la Asociación de Voleibol de La Romana y su presidente, Amos Anglade y fue incorporado a la selección de su provincia, con la que asistió al campeonato nacional juvenil de ese deporte, en el que obtuvieron el segundo lugar.
“¿Qué ocurrió después? Que también obtuve una beca para mis estudios profesionales en la Universidad Central del Este (UCE), donde recién me gradué de licenciado en Bioanálisis”, sostuvo. Del Rosario dice que no se detendrá y su paso siguiente es una especialidad, en la misma área de la salud, en microbiología.
“Quiero dirigir mis pasos al área de farmacia, tener una farmacia”, agregó Júnior, que ahora tiene 22 años de edad.
Para ello, sin embargo, necesita de un trabajo, de donde obtenga los recursos para cubrir su especialidad.
“El problema es que para conseguir un trabajo, más que la capacidad en nuestro país se valora el nivel de relación que se puede tener con un funcionario del Gobierno”, expone.
Dice que aún así no pierde la esperanza y que su decisión de seguir avanzando y practicando deporte es muy firme.