Ken Griffey Jr. y Barry Larkin visitan La Habana y dan clínicas de béisbol

Ken Griffey Jr. y Barry Larkin visitan La Habana y dan clínicas de béisbol

La Habana. Los fanáticos que frecuentan la «esquina caliente» del Parque Central de La Habana para hablar de béisbol no daban crédito a sus ojos. «Wow, se parece a Ken Griffey Jr.», comentó Irvin Negrín, de 36 años, al ver acercarse al individuo.

Negrín no se estaba imaginando cosas. El hombre era Griffey, futuro ocupante del Salón de la Fama del béisbol estadounidense, acompañado por otro pelotero que ya fue incorporado al Salón, Barry Larkin. Los dos se sacaron fotos con los fanáticos y firmaron autógrafos.

«Voy a conservar esto (un autógrafo de Griffey) como un tesoro», dijo Negrín, quien aseguró haber seguido de cerca la carrera de Griffey, un pelotero que jugó 22 años en las mayores y se retiró con un promedio de 284, 630 jonrones y 2.781 hits. «Todavía tengo la piel de gallina», agregó visiblemente emocionado.

Griffey y Larkin se encuentran desde el sábado en Cuba como parte de un intercambio cultural y deportivo promovido por la agencia Educational Travel Alliance, de Boston, que busca acercar a dos pueblos cuyos gobiernos no tienen relaciones diplomáticas desde hace más de medio siglo. Los dos peloteros estelares son de lejos las figuras más importantes que visitaron la isla desde el enfriamiento en las relaciones.

Los estadounidenses tienen prohibido viajar a Cuba a menos que sea por razones profesionales o culturales. Los intercambios son así una de las formas de facilitar el contacto entre los dos pueblos.

«El béisbol es algo grande en mi país y es algo grade en esta isla», declaró Griffey a la Associated Press el domingo. «Son las pequeñas cosas que podemos hacer para ayudarnos unos a otros. (Un intercambio de este tipo) Tiene un gran significado», añadió.

«Para nosotros estar aquí en este viaje es genial», expresó el ex toletero de los Marineros de Seattle, los Rojos de Cincinnati y los Medias Blancas de Chicago. Larkin, gloria de los Rojos, con los que jugó 18 años, dijo a su vez que el béisbol es un fenómeno «global, que permite las relaciones entre muchos países y representa una gran oportunidad de hacer que las relaciones sean más fuertes».

Larkin y Griffey llegaron el sábado a la isla y conversaron con la AP el domingo mientras impartieron una clínica a peloteros cubanos de 9 y 10 años. Desde que en Cuba desapareció el béisbol profesional en 1960 los estadounidenses estrellas de Grandes Ligas no han venido de visita a la isla. La excepción fue en 1999 cuando Orioles de Baltimore vencieron 3-2 a una selección cubana.

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