La blefaroplastia

La blefaroplastia

Con esta cirugía se corrige el aspecto general de los ojos, en especial la flacidez del párpado superior y las arrugas y bolsas en el párpado inferior. Originalmente, además de la resección de piel, se extraía la grasa herniada, pero actualmente se prefiere recolocarla sobre el reborde orbitario para disimular los surcos lagrimales y evitar el indeseado aspecto cadavérico. Con esto se logra reponer el volumen perdido y restablecer la frescura de la mirada.
Se puede realizar una blefaroplastia aislada superior, inferior o los cuatro párpados a la vez.
Las incisiones en la blefaroplastia superior se realizan en el pliegue palpebral superior, por lo que la cicatriz final es imperceptible. En la blefaroplastia inferior pueden realizarse vía transconjuntival, quedando la cicatriz en la cara interna del párpado.
Cuando precisamos resecar piel, la incisión se realiza por debajo de la línea de las pestañas, con resultados estéticos muy satisfactorios.
Puede combinarse con diferentes procedimientos:
1. Cantoplastia lateral o medial, para dar un aspecto natural y juvenil a la hendidura palpebral.
2. Pexia de cejas, que puede realizarse vía transpalpebral o vía endoscópica a través de unas pequeñas incisiones en el cuero cabelludo.
3. Tratamientos de superficie como láser de CO2 y “peelings” para mejorar la calidad y aspecto de la piel.
4. Lipoestructura, que consiste en extraer grasa de otras áreas del cuerpo, centrifugarla y tomando solo los adipocitos, inyectarlos en zonas de pérdida de volumen, como la ceja y el surco lagrimal.
La recuperación de una blefaroplastia va de 3 a 5 días, cuando puede reiniciar sus actividades, aunque la apariencia seguirá mejorando hasta el sexto mes, cuando ya los resultados se consideran definitivos.

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