Prevenir. La cafeína es un alcaloide natural (una sustancia con nitrógeno) de muchas plantas para defenderse de insectos y otras plagas. Se encuentra en el té, el café, el chocolate y se añade a otras bebidas.

Cuánta cantidad es la adecuada.  La International Food Information (IFIC) asegura que tomar unos 300 mg al día (tres tazas de café, aproximadamente) de cafeína no causa efectos adversos en la salud de adultos sanos.

 Algunos grupos, como los hipertensos y los mayores, podrían ver vulnerables sus efectos negativos.

¿Cuáles son sus beneficios?  Se sabe que la cafeína despeja  y aumenta la capacidad de atención. De hecho, se recomienda tomar una taza de café o té para combatir el sueño.

Ciertos experimentos indican que la cafeína acelera un 10% el procesamiento de información en el cerebro, y que un café después de comida ayuda a contrarrestar la habitual somnolencia posterior.

También, desde el Centro de Investigación para la Enfermedad de Alzheimer de Florida, se han encontrado resultados esperanzadores para parar esta enfermedad con dosis altas de cafeína. Paralelamente, se han descubierto agentes oxidantes en muchas bebidas con cafeína, en peculiar el té, y más recientemente, en el café y el chocolate.

Algunos informes recientes indican que la cafeína puede resultar útil en el tratamiento de alergias, ya que pueden reducir las histaminas.

Desde hace tiempo se sabe que la cafeína es beneficiosa para quienes padecen asma y que tiene un ligero efecto diurético.

¿Qué efectos negativos tiene?  Los efectos negativos pueden aparecer con un exceso de cafeína. Por ejemplo, la descalcificación ósea (porque esta libera calcio a la orina) o la irritabilidad en los niños.

Aunque no hay estudios concluyentes,  es mejor moderar su  ingesta hasta que se obtenga resultados más definitivos.  A pesar de su mala fama, tampoco provoca cáncer ni arritmias cardíacas. En el embarazo se aconseja no tomar más de 200 mg al día.

¿Crea  adicción?  Mucha gente dice ser “adicta” a la cafeína. Según la mayoría de las autoridades de la Unión Europea, la cafeína no crea adicción. Pero al cesar de forma brusca su consumo, se pueden padecer dolores de cabeza, fatiga y somnolencia.