La conciliación de la vida laboral

La conciliación de la vida laboral

Indudablemente la conciliación de la vida laboral, familiar y personal es una estrategia que facilita la consecución de la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Es, sin lugar a dudas, una herramienta factible que tiene como objetivo conseguir una nueva organización del sistema social y económico donde mujeres y hombres puedan hacer compatibles las diferentes facetas de su vida: el empleo, la familia, el ocio y el tiempo personal.

Llama la atención, el hecho de que la incorporación de la mujer al trabajo y sus consecuencias (reducción de la tasa de natalidad, alteración del modelo clásico de familia, etc.) esté motivando un análisis cada vez más profundo entre la contraposición de la vida laboral y la vida familiar. Más aún cuando la problemática del ajuste entre los roles laborales y familiares gana importancia en la medida que crece el número de parejas de doble ingreso y de familias monoparentales en la fuerza de trabajo. Además, los cambios en las normas de los roles de género y los cambios en los valores orientados a un mayor equilibrio o ajuste en la vida, han hecho que estos problemas sean relevantes para los empleados y empleadores, como bien reflejan los estudios realizados sobre el tema.

Desde la empresa, aún se percibe el conflicto como algo ajeno y como una amenaza potencial al rendimiento. Es lamentable, pero facilitar la conciliación se considera un coste que las mayorías de las empresas, aparentemente, no están dispuestas a asumir. Aunque estoy segura, que es porque ignoran cómo numerosos estudios económicos han apuntado al conflicto trabajo-familia como el causante de los males que aquejan al sector empresarial. El valor económico que tiene para la empresa es asumible, ya que los beneficios lo superan con creces.

“Los trabajadores que logran alcanzar este equilibrio están más satisfechos y más dispuestos a comprometerse en favor de su empresa, al tiempo que sus niveles de productividad crecen a medida que la empresa se muestra sensible a sus expectativas y necesidades”.

Es por esto, que las medidas y estrategias de conciliación de la vida laboral, familiar y personal han de adaptarse a las necesidades de conciliación de los trabajadores, ya que esta técnica constituye una condición básica para abordar la igualdad entre mujeres y hombres en las organizaciones laborales, considerándose una herramienta de calidad en la gestión de los recursos humanos.

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