La disponibilidad de agua es crítica en 21 provincias de República Dominicana

La disponibilidad de agua es crítica en 21 provincias de República Dominicana

Las provincias Azua, San Juan, Pedernales, Bahoruco, Valverde y Montecristi tienen disponibilidades netas de agua menores a las demandas potenciales, mientras que en otras 15 provincias el porcentaje de demanda del líquido es superior en 40% a la disponibilidad.
Esas 15 provincias son Barahona, Peravia, Independencia, San Cristóbal, Monte Plata, La Vega, Duarte, Hermanas Mirabal, Santiago, Samaná, Dajabón, María Trinidad Sánchez, Monseñor Nouel, Sánchez Ramírez y Espaillat.
En las provincias Hato Mayor, Santiago Rodríguez y Santo Domingo y el Distrito Nacional (el Gran Santo Domingo) la relación entre la oferta y la demanda está entre 20% y 40%, lo que genera una presión media a fuerte sobre sus recursos hídricos y es necesario asignar para los distintos usos y hacer inversiones en obras para mejorar la oferta.
En las provincias Elías Piña, San José de Ocoa, San Pedro de Macorís, La Romana, El Seibo, La Altagracia y Puerto Plata, la relación entre demanda y oferta está por debajo del 20%, lo que significa que la presión sobre el recurso hídrico es de moderada a baja y hay que poner atención a la demanda, porque el agua se puede convertir en un factor limitativo para el desarrollo. Estos planteamientos son del experto hídrico ingeniero Gilberto Reynoso, contenidos en su libro “Contraste de la disponibilidad y demanda de agua por provincia”, puesto en circulación recientemente.
Considera que el promedio anual de recursos hídricos renovables para la economía, la sociedad y el medio ambiente es de un volumen de 25,900 millones de metros cúbicos (M3). De ese volumen 25,500 MM de M3 son de correntía superficial y 2,500 MM de M3 de correntía subterránea.
Dice que las lluvias presentan una variabilidad espacial y temporal. En las seis regiones hidrográficas del país se muestran importantes diferencias de pluviocidad media. En la Región Yuna la precipitación promedio anual es de 1,903 mm; en la Yaque del Norte 1,162 mm; en la Atlántica 1,832; en la Ozama-Nizao 1,605 mm; en el Este 1,497 mm, y en la Yaque del Sur 972 mm. Recuerda que los caudales anuales de los principales ríos tienen importantes variaciones que dependen de la variabilidad de las precipitaciones. Se estima que el caudal promedio anual que circula por los ríos varía de 445 m3/seg a 746 m3/seg.
Agrega que la precipitación promedio anual de 1,500 mm sobre el país, con una superficie de 48,672.82 kilómetros cuadrados, genera un volumen promedio anual de 73,000 millones de m3, de los que cerca de 47,100 millones de m3 se evapotranspiran y se evaporan 25,900 millones m3 y se convierten en escorrentía superficial y subterránea que alimentan los ríos y los acuíferos subterráneos del territorio nacional.
El país tiene elementos de preocupación relacionados con sus recursos hídricos, entre ellos la deforestación de las cuencas hidrográficas en las partes más altas y medias, la creciente demanda del recurso, su ineficiente uso, la degradación de calidad y la variabilidad hidrológica ocasionada por el cambio climático, la ubicación geográfica sujeta a eventos meteorológicos (ciclones y prolongadas sequías).
Reynoso precisa que a eso se suman las ausencias, vacíos y deficiencias en los sistemas de información, conocimiento y gestión, y además una institucionalidad generalmente confusa, dispersa e incompleta.

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