Yu Weiguo sabe que, sin importar cuántos teléfonos vendas, es difícil ajustarse al plan cuando el Gobierno declara ley marcial.
Durante sus ocho años en Etiopía, Yu ha ayudado a que la compañía Transsion Holdings, propietaria de la marca china Tecno Mobile, se convierta en el proveedor líder de dispositivos móviles en África.
Después de haber vendido al menos 200 millones de teléfonos en el continente, escogió la periferia de Addis Ababa, la capital etíope, para instalar una fábrica de 26 mil metros cuadrados. Se suponía que iba a producir hasta dos millones de teléfonos al mes, pero las cosas no salieron según lo planeado.
La coalición gobernante declaró el estado de emergencia a mediados de febrero luego de que la sorpresiva renuncia del primer ministro Hailemariam Desalegn desestabilizara al resto del régimen autocrático.
Para Transsion, las consecuencias han sido una lección en materia de riesgo. La compañía se beneficia de la “diplomacia de talonario” que China practica en África, pero ahora enfrenta un inconveniente: la protesta pública contra la creciente desigualdad y la represión. “Hay muchas cosas que no se pueden controlar en África”, admite Yu.
Decir que Transsion y sus teléfonos son poco conocidos fuera de África es quedarse corto. Tecno nunca ha estado entre las 10 principales marcas de teléfonos inteligentes en China y no vende sus dispositivos en EE.UU o Europa. Sin embargo, representa el 30% de las ventas de teléfonos en África, frente al 22% del segundo lugar, Samsung.