La fábula con los chinos

La fábula con los chinos

Eusebio Rivera Almodóvar

El presidente de la isla caribeña comenzó a hablar en chino: “Nosotlo somo bueno tolo” y de inmediato fue interrumpido por una hermosa funcionaria china que le dijo: “No se preocupe presidente, utilice su idioma que yo traduciré todo a nuestro mandatario”.
Entonces continuó: “Todavía nos quedan algunas cosas por vender, prestar o alquilar, aunque los norteamericanos, españoles, canadienses y recientemente algunos europeos están “manejando” nuestras minas de oro, ámbar, larimar, etcétera, así como nuestras estructuras turísticas y los productos agrícolas exportables. Somos más importadores que exportadores”.
En una de las escenas de la película El Dictador (2011) comedia protagonizada por Sacha Barón Cohen, actor, guionista y productor británico que interpretó al personaje Borat (2006) que, a mi juicio, lo catapultó a la fama, el “almirante general Aladeen” –dictador- expresa su opinión sobre América a quienes le acompañan en una parada cívico-militar en un escenario que aparenta ser Nueva York, diciendo: “América, construida por los negros y poseída por los chinos”, satirizando sobre el dominio chino sobre la economía estadounidense y destacando el papel de los negros en su construcción y desarrollo.
Después del recuento, por supuesto maquillado, de la situación económica de su país y algunas preguntas del presidente chino sobre la influencia norteamericana y el papel de los haitianos en la isla, el presidente visitante pasó a las peticiones de ayuda y préstamos de apoyo a “programas de desarrollo”, mientras por la mente del presidente anfitrión pasaban las palabras del dictador, transportadas a la realidad isleña: “Construida por los haitianos y poseída por los norteamericanos y europeos”, de donde le surgió la pregunta mágica: ¿Cuánto vale aola la lepública lominicana?

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