La fábula política de La Hormiga y La Cigarra

La fábula política de La Hormiga y La Cigarra

MANUEL MORA SERRANO
Pensando seriamente luego de leer las declaraciones del Papa Benedicto XVI sobre el problema haitiano y dominicano y de padecer huelgas en barrios marginales y comunidades que se han construido en lugares donde no debieron, pero porque eran «infelices» no lo evitaron cuando comenzaron a construirse las primeras casuchas y, además, los medios de prensa hubieran puesto el grito en el cielo porque se estaba evitando que infelices (regularmente son invasores profesionales que ocupan, meten unos miserables que son sus cómplices, levantan casuchas, primero tímidamente para ver si los dueños o las autoridades actúan y luego venden muchos solares y organizan las construcciones de un día para el otro y a los pocos días hay un barrio sin agua, sin luz, de gentes pobres que precisan la ayuda urgente del Estado).

Por Internet me han enviado las dos versiones de la hormiga trabajadora y la artista de la jungla, la chicharra o cigarra haragana que muere de hambre, es decir, que moría antes de hambre y que ahora es un problema político y social en España. Veamos las versiones y que cada quien saque conclusiones sobre un vecino que era tan potente que invadía al del lado y luego hizo como la cigarra y ahora está porque le pase lo que le sucedió a la hormiga. Ojo pelao con eso. Veamos primero la fábula clásica:

«La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno. La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando. Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene todo lo que le hace falta hasta la primavera. La cigarra tiritando, sin comida y sin cobijo, muere de frío».

Ahora bien, ésta es la versión moderna española:

«La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno. La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando. Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene todo lo que le hace falta hasta la primavera.

La cigarra tiritando organiza una rueda de prensa en la que se pregunta por qué la hormiga tiene derecho a vivienda y comida cuando quiere, cuando hay otros, con menos suerte que ella, que tienen frío y hambre.

La televisión organiza un programa en vivo en el que la cigarra sale pasando frío y calamidades y a la vez muestran extractos del video de la hormiga bien calentita en su casa y con la mesa llena de comida. Los españoles se sorprenden de que en un país tan moderno como el suyo dejen sufrir a la pobre cigarra mientras que hay otros que viven en la abundancia. Las asociaciones contra la pobreza se manifiestan delante de la casa de la hormiga. Los periodistas organizan una serie de artículos en los que cuestionan cómo la hormiga se ha enriquecido a espaldas de la cigarra e instan al gobierno a que aumente los impuestos de la hormiga de forma que las cigarras puedan vivir mejor.

Respondiendo a las encuestas de opinión, el gobierno elabora una ley sobre la igualdad económica y una ley con carácter retroactivo sobre antidiscriminación. Los impuestos de la hormiga han aumentado y además le llega una multa porque no contrató a la cigarra como ayudante en verano. Las autoridades embargan la casa de la hormiga, ya que ésta no tiene suficiente dinero para pagar la multa y los impuestos. La hormiga se va de España y se instala con éxito en Suiza. La televisión hace un reportaje donde sale la cigarra con sobrepeso, ya que se ha comido casi todo lo que había mucho antes de que llegara la primavera…La antigua casa de la hormiga se convierte en albergue social para cigarras y se deteriora al no hacer su inquilino nada para mantenerla en buen estado.

Al gobierno se le reprocha no poner los medios necesarios. Una comisión de investigación que costará 10 millones de euros se pone en marcha.

Entretanto la cigarra muere de una sobredosis. La Ser y TVE comentan el fracaso del gobierno para intentar corregir el problema de las desigualdades sociales.

La casa es ocupada por una banda de arañas inmigrantes. El gobierno se felicita por la diversidad cultural de España».

Y colorín colorado, a quien le sirva la ropa, que se la ponga.

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