La caspa es la tercera que afecta en mayor proporción a los ciudadanos, superada sutilmente por diferentes tipos de acné. Su término científico es dermatitis seborrea, es decir, una inflamación de la piel y la caspa es sólo un síntoma de ésta.

Las razones para que esto se presente pueden ser muchas, destacándose la existencia de altas concentraciones de glándulas seborreas o la insuficiente actividad de éstas o en su defecto, la sobreproducción. También por enfermedades, como Parkinson, apoplejía y Sida, o por a una fatiga creciente, estrés y/o problemas digestivos. La caspa, más allá de ser un tema estético, requiere de un tratamiento especializado con urgencia para eliminarla. En este sentido, lo primero es comenzar a utilizar un champú antiseborrea, es decir, que contengan ácido salicílico, alquitrán, azufre y sulfuro de selenio.