La 96ava. Sesión regular del Consejo y Órganos subsidiarios de la Organización Internacional del Cacao (IICO), tuvo lugar en su sede, ciudad de Abidján, Costa de Marfil, del 18 al 22 del próximo pasado mes de septiembre. Como se estableció en el Acuerdo de Sede, todos los delegados asistentes les asistía el derecho de la obtención del visado gratuito y en donde no existiera una embajada o consulado marfileño, la visa se podía obtener de manera biométrica. Desgraciadamente en el caso de la delegación dominicana, este sistema falló y a nuestra llegada, las autoridades de migración no reconocieron nuestro documento, lo que conllevó la confiscación de nuestros pasaportes –acción ilegal- por cuatro días, recuperándolos por intermedio del Secretariado de la organización.
En marzo del año que discurre, se había procedido a la inauguración del local, después de permanecer en Londres por más de cuarenta años. En esa ocasión, asistieron Ministros de Estado, Embajadores y altos dignatarios. Sin embargo, en la sesión que nos ocupa, brillaron por su ausencia, los Ministros y solo acudió la embajadora del Perú, su Excelencia Patricia Ráez. Contrario a Londres en donde los participantes tenían elevados rangos, en Abidjan, la mayoría de los participantes europeos, eran agregados o secretarios de las embajadas de sus países en Costa de Marfil, por lo que su conocimientos o experiencias en cacao eran mínimas y en consecuencia, los diálogos eran más bien protocolares y no sustanciales.
El presidente del Consejo hasta este período, le correspondía al delegado del Ecuador y el vicepresidente era el delegado de Indonesia. Ninguno de los dos asistieron y hubo que designar un miembro de otro país que había sido presidente de la Organización en el pasado.
Aunque parezca una paradoja, en comparación, los hoteles del Reino Unido son más baratos que los de Abidján. En el que se hospedó la delegación dominicana, con un costo de 115 euros con desayuno y con una denominación de 3 estrellas, para los estándares dominicanos, parecía una pensión acomodada de una ciudad dominicana.
Con la finalidad de evitar lo sucedido, no solo a nuestra delegación, sino a otras, le sugerimos a la Secretaria de establecer una conexión directa con el Ministerio de Relaciones Exteriores, con la finalidad de evitar situaciones desagradables a la hora de pasar por Migración.
Un latente enfrentamiento entre el Delegado de la Côte d’ivoire y el Director Ejecutivo, doctor Jean-Marc Anga, ha venido a casi obligar a los delegados de tomar partido por el uno o por el otro. El delegado marfileño, señor Alí Touré, alega que el Director Ejecutivo, siendo nativo del país, no puede ocupar ese elevado rango, ya que podría ponerse en entredicho su actuación, que también podría ser parcializada. El actual Director Ejecutivo, le queda un período de un año, más el quiere que se le prolongue el mismo, por dos años con la finalidad –según sus pretensiones- de completar los ajustes necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
El Gobierno de Costa de Marfil había costeado la reconstrucción de un edificio abandonado y se lo entregó a la ICCO libre de pago de alquiler, por espacio de diez años. El Director Ejecutivo había propuesto, que durante ese lapso de tiempo, los gobiernos fuesen pagando una cuota para dicha edificación. A esta solución se opuso nuestra delegación, alegando que existiendo una sede acondicionada, sería más juicioso negociar directamente con el Gobierno para evitar gastos que pudieran poner en peligro la organización, ya que anteriormente, los delegados se habían opuesto al incremento de la cuota que paga anualmente cada país miembro. Nuestra sugerencia fue aceptada.
Según nuestras observaciones, los únicos delegados con representación valedera y países con grandes volúmenes de exportación de cacao, fueron por África: Côte d’Ivoire, Ghana, Nigeria, Camerún, Togo y Gabón (entre todos, producen el 82% del cacao mundial); Indonesia (Tercer productor mundial) y por América Latina y el Caribe, Perú y República Dominicana.
Con respecto a la bajada drástica de los precios, se hizo mención de las medidas sugeridas en la reunión sobre la materia, que se efectuó en Bruxelas, en el mes de julio.
Otro tema de suma importancia lo constituyó la renovación, sustitución o enmienda del Convenio Internacional del Cacao, 2010, para tomar medidas conjuntas para evitar que los precios de depriman. El problema con el Convenio a discutir, es que sería un documento simplemente enunciativo, sin cláusulas.