La inequidad de género y las inundaciones…

La inequidad de género y las inundaciones…

Los desastres naturales son el resultado de procesos sociales multicausales, consecuencia, a su vez, de condiciones vulnerables preexistentes construidas socialmente a través del tiempo y en el territorio, de manera diferente, que se ven expuestas al impacto de un peligro o amenaza natural y cuyas consecuencias provocan daños y muertes considerables a la población, su organización socio política, su economía y su entorno construido y/o ambiental. Pero además de eso, los desastres naturales han evidenciado las inequidades pre-existentes en nuestra sociedad, como las relaciones de poder –socio económico y político. El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) emite cifras escalofriantes sobre los evacuados, las comunidades incomunicadas y viviendas afectadas por las lluvias, los valles de este país, las zonas costeras bajas, los ríos se desbordan, las presas se desaguan. El mismo escenario miles de veces repetido. Reflexionar sobre la inequidad de género es pensar en los roles de género que conducen a una división del trabajo que asigna a las mujeres tareas tradicionales a su condición pero que se duplican cuando estas son, además jefas de hogar y deben asumir no solamente la reproducción de la familia, sino también la generación de ingresos. Las catástrofes naturales evidencian que no solo afectan a las familias pobres del país, ubicadas en terrenos ecológicamente marginales, en pendientes, en zonas inundables, sino también a las mujeres jefas de hogar que deben enfrentar solas, con sus hijos, las angustias que provocan la llegada de esos fenómenos: la tarea de recoger los trastes, subirlos para ponerlos a salvo, cubrirlos, amarrarlos, guardar alimentos, los animales, los documentos familiares, el dinero y la vestimenta y ponerse a salvo, para sobrevivir donde esperarán que pasen los vientos, las inundaciones y los riesgos, comiendo de los Comedores, durmiendo si pueden.
Cuando salgan tendrán que volver a empezar desde cero, desempacar, ordenar, arreglar, limpiar, chapear y buscar los chelitos.
Es fácil entender que una mujer damnificada, con una numerosa familia sufre, además de los daños materiales, trastornos sicológicos que agravarán sus condiciones materiales para la superación de esas situaciones, post-desastres naturales.
Es por eso que la nueva gestión de desastres naturales deber comprender un manejo interinstitucional, multisectorial e interdisciplinario dirigido a tomar acciones preventivas y correctivas que deben superar y anticipar la sola preparación para la emergencia y evitar a toda costa reconstruir viejas vulnerabilidades o construir nuevos riesgos.
Sabiendo que en la sociedad dominicana existen muchas mujeres jefas de hogar, debemos pensar en las políticas a adoptar para manejar los desastres naturales como una oportunidad de cambiar procesos que disminuyan los riesgos de desastres y la vulnerabilidad de la mujer jefa de hogar y su familia. Y post evento, es obligación de Salud Publica asistir emocionalmente a esas mujeres con sus familias, para que la resiliencia sea efectiva y real.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas