La japonización de las economías desarrolladas

La japonización de las economías desarrolladas

Algo quedó claro de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), celebradas en Washington entre el 8 y 14 de abril. Es la existencia de un alto nivel de incertidumbre respecto a las expectativas económicas mundiales. Christine Lagarde, directora gerente del FMI, en la conferencia de prensa inaugural de las reuniones, señaló que, si bien el año pasado, se podía decir que el 75% de la economía mundial estaba en una fase de crecimiento sincronizado, ahora nos encontramos con que el 70% de la economía mundial está en una nueva fase de desaceleración sincronizada.
El FMI dio a conocer una revisión hacia la baja en el crecimiento en los Estados Unidos, Europa, y, en menor medida, China para el presente año. Prevé que la economía norteamericana caiga de 2.9% en 2018 a 2.3% en 2019, que la Zona Euro reduzca su crecimiento de 1.8% a 1.3% y que China pase de crecer 6.6% a 6.3%. En el caso las economías emergentes y en desarrollo se prevé una caída de 4.5% a 4.4%.
La preocupación que hay hoy en el FMI y en otros organismos internacionales es que esa situación de incertidumbre se produce en un momento en el que se han agotado las herramientas de políticas monetarias y fiscales. Así las cosas, no sería posible evitar un eventual colapso económico global en un contexto en que la expansión monetaria que se produjo después del 2008 ha dejado casi en cero los tipos de interés y los niveles de deuda han llegando a niveles gigantescos en los países avanzados.
Muchos economistas consideran que el hecho de que en muchos países avanzados el precio del dinero se mantenga en la cercanía de cero, con grandes restricciones fiscales, con bajo crecimiento y baja inflación, abre la puerta a la japonización de la economía mundial. Japón, desde los años 90, ha vivido atrapado en una situación caracterizada por una reducción prolongada y significativadel crecimiento de sueconomía (en término promedio anual apenas1.1% entre 1990 y 2018), por una caída de la inflación, que en varios años ha sido negativa, y por una reducción de los tipos de interés, que han llegado a colocarse cercano a cero o por debajo de cero. No han valido los estímulos fiscales para hacer crecer la economía. La deuda del gobierno japonés pasó 64% del PIB en 1990 a 237% del PIB en 2018.
Europa corre el riesgo de caer en una situación similar a la de Japón. Entre 2008 y 2018, las economías de la Zona Euro crecieron en promedio anual apenas 0.75%, con una tasa de inflación promedio anual de 1.3% y con un crecimiento de la deuda de 68.7% del PIB en 2008 a 85% del PIB en 2018. Los países de la Zona Euro están en un momento en que prácticamente hay muy poco espacio para producir estímulo mediante el uso de las políticas fiscales y monetarias.

En el caso de Estados Unidos, existe mucha preocupación de que se esté en la fase final del ciclo de expansión económica que se inició en julio de 2009. La economíanorteamericana ha tenido 116 meses en positivo, una de las expansiones mas larga de los últimos 59 años. Para muchos economistas se pudiera estar en el final de este ciclo económico y a la puerta de una recesión.

Frente a esos escenarios, República Dominicana tiene que blindarse en términos económicos, para lo cual hay que acometer las reformas institucionales, sociales y económicas que el país necesita.