Para el doctor Roberto Rodríguez Marchena, portavoz de la Presidencia, no hay peor ciego que el que está en la oposición, pues es políticamente incapaz de ver y reconocer las buenas ejecutorias del gobierno, por lo que solo se limitan a criticar. Y lo que esas críticas evidencian, razona, es que lo único que procuran es un “quítate tu para ponerme yo”, sin hacer ningún aporte para mejorar la sociedad en la que vivimos. “El gran déficit de la oposición es que no entiende que su papel es procurar el bienestar del pueblo dominicano, que está ajeno a esa política que nosotros vivimos todos los días”. Y por ahí siguió, con el beneplácito de sus entrevistadores: “¿Quién se atreve a eliminar las estancias infantiles, quién se atreve a eliminar el 911, quien se atreve a paralizar Ciudad Juan Bosch. Lo que sucede es que los logros del Gobierno se han convertido en conquistas del pueblo dominicano…” Desde luego, ni usted ni yo, y mucho menos la oposición y sus líderes estamos obligados a compartir las opiniones del doctor Marchena, pues por experiencia se sabe que desde las alturas del Palacio Nacional las cosas se ven muy distintas y mucho mas bonitas que como las vemos, acá abajo, el resto de los mortales. Porque, a fin de cuentas, todo depende del cristal a través del cual se mira y percibe la realidad política nacional. Que, dicho sea de paso, debe ser el mismo que utiliza el diputado del Partido de la Liberación Dominicana Elpidio Báez, quien ayer acusó a los partidos minoritarios de ser los responsables, no obstante su escasa representación, de que no haya sido aprobada la Ley de Partidos que desde hace mas de una década da tumbos en el laberinto de intereses políticos contrapuestos que confluyen en el Congreso Nacional.