La narrativa de Veloz- Maggiolo

La narrativa de Veloz- Maggiolo

revela el secreto mejor guardado del Caribe e introduce la novela dominicana en España, Francia e Italia

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Si hasta 1996 República Dominica era el secreto mejor guardado del Caribe en Europa, es lógico que su literatura no interesara al lector europeo común y corriente. Ese público que los editores tratan de captar para lograr subsistir y, en el mejor de los casos, obtener ventas excepcionales, best-sellers, como se dice en el argot editorial. Había pues que encontrar la forma para que no fuera necesario ser experto en geografía para saber dónde se encontraba República Dominicana. ¿Cómo? La respuesta se resume en una palabra: ¡turismo!
Todo ha sido posible gracias al auge del turismo. En 1996, solo 16,000 franceses visitaban nuestras playas; en 2017, cerca de 6 millones visitaron República Dominicana de los cuales casi medio millón de europeos. Hoy día, como dicen los turoperatores, nuestro país se ha convertido en “un destino” que ha generado, en las demás islas del área, una competencia enardecida que llega hasta los niveles de la envidia.
El turismo, es necesario resaltarlo, no se queda únicamente en las playas. De las costas se penetra en las ciudades, en las montañas, en las costumbres, en la historia, en el arte y, naturalmente, en la literatura.
Escritores de renombre como ManuelVázquez Montalbán, Mario Vargas Llosa, Jean-Noël Pancrazi, para citar solo tres de lenguas y nacionalidades diferentes, han contado episodios de nuestra historia reciente o de nuestro país. La traducción de Galíndez (1992), de Vázquez Montalbán, tuvo éxito; así mismo la de La fiesta del chivo (2002), de Vargas Llosa, también; y en febrero de 2006, Les dollars des sables, del conocido escritor francés Jean-Noël Pancrazi que desarrolla casi completamente su historia en la turística Las Terrenas (Samaná), ha constituido un éxito de librerías. Estas obras, entre otras, se benefician también (al margen del talento y fama de sus autores), del auge del turismo francés en República Dominicana. Por un lado, cuentan con un mayor público y, por otro, sirven de trampolín a nuestras obras. Los cientos de miles de franceses (al menos aquellos a quienes les interesa algo más que playa y sol) que nos visitan anualmente, comienzan a buscar información de primera mano, como dan cuenta las dos ediciones de Vie et mortd’ una pprentisorcier y la reciente publicación de L’homme à l’accordéon de Veloz Maggiolo.
Hay que agregar también a los escritores dominicanos de expresión inglesa que han sido traducidos últimamente al francés: Yo (2000), Au temps des papillons (2003) y Au nom de Salomé (2003), de Julia Álvarez; o Comment sortirune Latina, une Black, uneBlonde ou une Métisse (1998) y la segunda edición con el título Les boys(2000), además La brève et merveilleuse vie d’Oscar Wao (2009), de Junot Díaz. Es cierto que el interés de estos escritores está más relacionado con la moda de las minorías hispanas en Estados Unidos y la nueva literatura norteamericana, pero también hay que tomar en cuenta que se trata de escritores de origen dominicano cuyas obras están estrechamente relacionadas con República Dominicana. El interés por el país es tal, que más de veinte guías turísticas han invadido el mercado francés, por ejemplo, entre las que figura, para solo citar una de las más completas, République Dominicaine (2006), de la prestigiosa colección “Voyager pratique” de las Guías Michelin.
Todo cuanto precede explica pues, además de la segunda edición en 1998 de Vie et mort d’un apprenti sorcier, la publicación en junio de 2004 de L’homme à l’accordéon que, sin subvención, llegara a París procedente de España por la vía de las ediciones Siruela que la había publicado en 2003; pero también, hay que recordarlo, fue en Francia en donde se publicó por primera vez en Europa, incluida España, una novela de Marcio Veloz Maggiolo: Vie et mortd’un apprenti sorcier o más bien La biografía difusa de Sombra Castañeda. Esta y Ritos de cabaret [La biografia diffusa di Sombra Castañeda, trad.diTiziana Gilbisco, Verona, Perosini, 2001. Ritidicabaret,trad. Di Francesca Sanmarco, Lecce, Besa, 2001. Y la colección de cuentos: Fantasmario, trad. Varios, Roma, Edizioni Estemporanee, 2005], hicieron su entrada en Italia en 2001. En 2003, 2004 y 2005 tres novelas del escritor dominicano, a quien se le dedicó la Feria Internacional del Libro 2006 y se le dedicaría el suspendido Congreso de escritores dominicanos 2018, han sido publicadas en España.
La última fue, paradójicamente, La biografía… Como la historia es un eterno tartamudeo, La mosca soldado (Siruela, 2004), resultó finalista, junto a Memorias de mis putas tristes, de Gabriel García Márquez, para el IV Premio de Novela “Fundación José Manuel Larra”. No fue galardonada, las circunstancias favorecieron a Al morir Don Quijote, de Andrés Trapiello, pero contrariamente a 1970, y gracias a la participación activa de República Dominicana en el concierto de las naciones, las obras de Veloz Maggiolo interesan al público europeo y al francés en particular, pues República Dominicana ya no es hoy el secreto mejor guardado del Caribe.
La narrativa de Marcio Veloz Maggiolo traducida al francés se reducía, hasta mayo de 2006, a “La Nacre délatrice” (1989), y “Le colonel Buenrostro” (1993); y a Vie et mort d’un apprenti sorcier (1993,1998), y L’homme à l’accordéon (2005). Si se analizan estos textos, ante una situación tan precaria para la literatura dominicana en Francia, Veloz Maggiolo, sin embargo, ha logrado incluirse en la edición francesa únicamente por la calidad de una escritura que cuenta el mundo que surge de esas maravillosas páginas en las que se mezclan mitos, creencias, folklore, merengues y dictadura.
El éxito de librería de una obra literaria se mide por la cantidad de ejemplares vendidos. Alcanzado ciertos límites se le considera un best-seller. Es difícil separar el éxito comercial de la acogida que esa obra pueda tener en determinado público y época. También es cierto que la obra puede ser autónoma e independiente de su éxito. La historia literaria está llena de obras descubiertas años, y hasta siglos, más tarde. No podemos hablar de “recepción”, según Hans Robert Jauss [Pouruneesthétiquedelaréception, trad. Claude Maillard, Paris, Gallimard, 1978], en el sentido de la acogida de una obra medida por la crítica que haya generado y la influencia que haya podido tener en determinado momento y lugar. No es tiempo de considerar la recepción de las novelas de Veloz Maggiolo traducidas al francés, al italiano o publicadas en España que han sido reseñadas en revistas especializadas y objeto de ciertos estudios académicos.
La presencia de sus novelas en más de 35 bibliotecas universitarias, en casi todas las bibliotecas municipales de París y de grandes ciudades de Francia y Europa, está estrechamente relacionada con la calidad intrínseca de las novelas. Desgraciadamente las bibliotecas no comunican al público cuántos lectores toman prestados libros de un mismo autor, pero la presencia de sus obras de manera permanente en las salas de lectura de la Biblioteca Pública de Información del Centro Georges Pompidou de París nos permite considerar que Vie et mort d’un apprenti sorcier y L’homme à l’accordéon despiertan el interés del lector francés, pues República Dominicana ya no es el “secreto mejor guardado del Caribe”.

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