La OEA y la agenda regional

La OEA y la agenda regional

La 46 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que sesiona aquí desde hoy hasta el miércoles, se produce en momentos en que el sistema interamericano necesita revitalizar los criterios que fundamentan su lema: “Más derechos para más gente”. Conflictos íntimos de Estados miembros, como los de Venezuela y Haití, delatan la debilidad institucional de ambos Estados, en desmedro de los derechos de esos pueblos, en el marco de la democracia representativa.
El caso de Cuba, que regresa al sistema interamericano, necesita también ser analizado, no solo desde el punto de vista interno respecto de los derechos individuales, sino en función de la innegable agresión de que fue objeto ese Estado por otro Estado, que lo aisló del resto del mundo, con consecuencias terribles para los derechos de los cubanos. Es innegable que los criterios de garantía de la institucionalidad y las prerrogativas de los pueblos necesitan reajustes importantes.
Saludamos la presencia en nuestro país de nuestros hermanos del hemisferio y abogamos porque este período de sesiones de la OEA permita enfatizar en el fortalecimiento del sistema interamericano en función de los derechos y libertades de cada una de estas naciones. Más derechos para más gente debe ser, más que un lema, una premisa en la conducta del sistema de la OEA.

 Informalidad y competencia

Aunque las empresas informales juegan un papel importante en la dinámica económica del país, su vigencia en muchos casos representa perjuicios fiscales que además repercuten en forma de competencia desleal. La evasión de impuestos y otras cargas le aseguran a las empresas informales costos operativos más bajos que los de sus pares del sector formal. No es lo mismo vender mercancía desde una tienda con todas las de la ley, que hacerlo sin haber constituido empresa formal.

Las autoridades tienen ante sí un desafío que deben enfrentar, tanto porque es necesario mejorar la captación de ingresos fiscales y la provisión de ciertas prestaciones sociales, como porque deben desarticular todas las formas de competencia desleal, entre las que se encuentra la informalidad económica.

 

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