Ginebra. La ONU condenó hoy los intentos permanentes del Gobierno de Sri Lanka de obstaculizar la investigación que hace su Oficina de Derechos Humanos sobre los crímenes y abusos perpetrados durante el conflicto interno en este país. Asimismo, denunció los actos de intimidación que sufren aquellos que colaboran con esas indagaciones

. “La continúa campaña de distorsión y desinformación sobre la investigación, así como los intentos insidiosos de impedir a testigos de buena fe que entreguen información al equipo investigador, son una afrenta al Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, declaro el alto comisionado en esta materia, Zeid Ra’ad Al Husein.

El Consejo de Derechos Humanos encargó el pasado marzo a la oficina de Zeid Ra’ad Al Husein una investigación imparcial de las violaciones de los derechos humanos cometidas en Sri Lanka, incluido el periodo de la ofensiva gubernamental que acabó con dos décadas de rebelión del grupo separatista de los Tigres de Liberación de la Patria Tamil.

Esa acción militar llevó al fin del conflicto interno en 2009, aunque a costa de abusos de los derechos humanos, según investigaciones anteriores hechas por diversas instancias de la ONU y organizaciones no gubernamentales internacionales. Zeid Ra’ad Al Husein acusó directamente al Gobierno de negarse por completo a cooperar con la investigación decidida por la ONU, a pesar de las numerosas peticiones que se le han hecho llegar en este sentido.

“Este rechazo no afecta la integridad de la investigación, sino que más bien provoca preocupaciones sobre la integridad del Gobierno en cuestión”, sostuvo el alto comisionado.

Las autoridades Sri Lanka se niegan de forma sistemática a cooperar, desde 2009, “a pesar de las persistentes, convincentes y amplias alegaciones de posibles crímenes internacionales cometidos por ambas partes durante el conflicto”, agregó.

Según la ONU, organizaciones de defensa de los derechos humanos y activistas individuales son objeto de vigilancia, acoso y otras formas de intimidación, un comportamiento que juzga inaceptable para cualquier de sus Estados miembros.

La última acusación del Gobierno de Sri Lanka contra el equipo investigador de la ONU, esta misma semana, es que sus miembros estaban actuando con falta de profesionalismo, de forma selectiva, tendenciosa y que recibían información fraudulenta.

En la formación que reciben los colaboradores de la ONU que investigan casos de violaciones de los derechos humanos en el mundo se incluyen métodos para identificar informaciones falsas, a través de un proceso de análisis y corroboración de información muy escrupuloso.

La Oficina de Derechos Humanos de la organización ha trabajado directamente en más de 40 comisiones investigadoras, equipos de establecimiento de los hechos y otros procesos del mismo tipo.