La oposición política del país, encabezada por el Partido Revolucionario Moderno, no está en capacidad de enfrentar al presidente Danilo Medina en caso de que una nueva reforma constitucional le permita optar por la repostulación.
La esperanza de ese heterogéneo sector de ganar las elecciones en el 2020 está sustentada a que el Partido de la Liberación Dominicana lleve otro candidato, fundamentalmente el Dr. Leonel Fernández, en el supuesto entendido de que sería más fácil de vencer.
Jugar a la división del PLD es parte de la correcta estrategia de la oposición, pero los antecedentes indican que la vocación de poder de los peledeístas está por encima de sus ambiciones personales, aunque la coyuntura actual pudiera conducir a un rompimiento total entre Danilo y Leonel, situación que crearía las condiciones para el desplazamiento gubernamental del PLD.
Los peledeístas están conscientes de que si pierden el poder en los comicios del 2020 de seguro serán sentados en el banquillo de los acusados, y en tal sentido deben verse en el espejo de presidentes y líderes políticos que en América Latina han corrido esa desagradable suerte, como el caso de Lula en Brasil.
Una expresión que confirma el temor de la oposición al Presidente Medina fue la del Lic. Luis Abinader, que al responder una pregunta de Guillermo Gómez sobre los aprestos reeleccionistas del actual gobernante, respondió que prefiere confiar en la palabra o juramento del mandatario dominicano de no reelegirse. ¡Qué esperanza!. Los antecedentes históricos en esa materia, y las señales que se perciben son de que el hombre va.
Objetivamente Danilo Medina sería el mejor candidato presidencial del PLD en los comicios del 2020, y en caso contrario el Dr. Leonel Fernández, o su esposa Margarita Cedeño, pero el agresivo programa de inauguraciones que lleva a cabo el Gobierno tiene un parecido a la frase de que los jueces hablan por sentencia, ¡qué el pueblo juzgue!…