La República Dominicana desde su génesis nació fragmentada. Cuando nuestra nación comenzó a construirse, lo hizo con terribles diferencias entre la clase que dirigía por esos años. Personalidades que tenían una visión colonial y anexionista, contra quienes estaban convencidos de nuestra autodeterminación, soberanía e independencia de toda potencia extranjera. Muchos años han pasado desde que figuras como: Pedro Santana, Buenaventura Báez, Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella, Francisco del Rosario Sánchez y Gregorio Luperón, aportaron a la causa desde sus diferentes ópticas para que finalmente seamos hoy La República Dominicana. Estos héroes algunos, traidores a la Patria otros, hace mucho tiempo que no se encuentran físicamente entre nosotros, pero viven ideológicamente en las mentes y corazones de muchos dominicanos (tanto los que fueron héroes como los villanos).
Aún hoy nuestra nación se encuentra dividida, tal vez más que nunca. De hecho se podría decir que a la sociedad dominicana la unen muy pocas cosas, casi ninguna; ni siquiera la pelota (beísbol) o la política (dos de sus pasiones) unen a los dominicanos. En la pelota, muchos son del Escogido (como yo), otros del Licey, otros de las Águilas, y en menor cantidad de los demás equipos. En cuanto a la política se refiere, hay quienes son del PLD, del PRM, del PRD (como yo) y en menor proporción de los demás partidos; y también están los que le huyen a los partidos políticos como el diablo a la cruz (craso error).
Ciertamente casi nada nos une, hasta que nos hablan del amor por nuestra tierra, y del orgullo de ser dominicanos; cuando mencionaba al principio de nuestro articulo a Santana, Báez, Duarte y demás, es porque la sociedad debe tener presente estos nombres, y rememorar todas las luchas, invasiones y anexiones de las que hemos sido víctimas para ser lo que hoy somos. ¡Dominicanos!
Nuestra frontera permeable y permeada, nos mantiene alarmados, temerosos e indignados cada vez que sabemos que por ella (la frontera) pasan sin ton ni son, cientos y cuidado si miles de haitianos de manera irregular. Es por esto que todo el pueblo dominicano a una sola voz dijo NO al Pacto Migratorio de la ONU. Es una realidad que dicho pacto goza de algunas virtudes , tales como : Promover transferencias de remesas mas rápidas , seguras y económicas , lograr en el mundo un movimiento migratorio más seguro y ordenado , asegurar que todos los niños refugiados y migrantes estén estudiando en un plazo de unos meses después de su llegada , condenar la xenofobia contra los refugiados y migrantes.
Entonces llegó ésta, la que saltó las alarmas y puso “chivo” al dominicano que es “chivo” de por sí. “Prestar apoyo a los países que reciban y acojan un gran número de refugiados y migrantes”. Entonces la gran mayoría pensó ¿aja? ¿Recibir más haitianos? ¿Ponérsela más fácil para que entren ilegalmente y con más trabas para repatriarlos? ¡Ay ñeñe, nosotros no queremos ayuda, queremos terminar con la inmigración irregular! Y todos dijimos NO al pacto migratorio y defendimos nuestra autodeterminación, soberanía y el derecho de cómo país, gestionar nuestros flujos migratorios de acuerdo a nuestras leyes y nuestra constitución.
¡La República Dominicana unida, jamás será vencida!
Ojalá nos unamos para algunos otros temas, que nos están haciendo mucho daño…