La realidad de los sulfatos en los productos para el cuidado del cabello

La realidad de los sulfatos en los productos para el cuidado del cabello

Cuando comencé mi trayecto como peluquera naturista, decidí informarme sobre todos los posibles ingredientes que no son beneficiosos para la salud y que se utilizan en la industria cosmética.

Encontré una larga lista de ellos, y sigo encontrando. Algunos con efectos cancerígenos, alergenos, y otros con daños menores a la salud pero con una gran carga para el medio ambiente.

Entre ellos me encontré los Sodium Lauteth / Lauryl Sulfate (SLS), que se encuentra en el 90% de los productos para el cuidado personal (jabones, champús, pasta de dientes, etc. ) Son agentes espumantes baratos y muy eficaces.

El SLS ha sido condenado por considerarse un detergene muy fuerte para el uso humano y en la industria del cabello sobre todo por ser capaz de resecar el cabello y el cuero cabelludo de manera excesiva, aunque esos son los menores de sus efectos ya que dependiendo de los procesos de fabricación, el Sodium Laureth Sulfate puede estar contaminado con cantidades mensurables de óxido de etileno y 1,4-dioxano.

La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer valora el óxido de etileno y 1,4-dioxano como carcinógenos humanos conocidos. Un estudio de la Universidad de Georgia Medical College, indicó que Sodium Lauryl Sulfate tiene un peso molecular bajo y por lo tanto es fácilmente absorbido por el cuerpo llegando al torrente sanguíneo. Se acumula en el corazón, el hígado y el cerebro y puede causar grandes problemas en estas áreas.

Afortunadamente, muchas compañías han decidido ser conscientes y renovar su lista de ingredientes con componentes más gentiles como el Olefin Sulfonate o la Cocamidopropil Betaine, que utilizados en cantidades menores, pueden ser menos dañinos para el ser humano y entorno.

Lo ideal es que las compañías cosméticas sean responsables y nos dejen saber sobre las características de los ingredientes en sus productos, pero mientras esto sucede, los consumidores debemos investigar, leer las etiquetas e informarnos sobre las cosas que consumimos y lo que ponemos en nuestro cuerpo para decidir qué queremos utilizar.

¡Feliz resto de la semana, hasta la próxima!

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