La red “partidera”

La red “partidera”

Eusebio Rivera Almodóvar

La ciudadanía está consciente de que la política ha devenido en un fabuloso negocio, consecuencia de que, en la “mentada” democracia, un grupo o partido político con mayoría absoluta o simple, adquiere, a través de elecciones, el derecho a manejar los recursos del Estado con una maquinaria administrativa llamada poder ejecutivo y que incluye, generalmente, a los legisladores.
Dentro de la prostitución de los mecanismos democráticos han tenido papel protagónico las juntas centrales electorales que han pasado de organismo supervisor o regulador a entidad santificadora de fraudes y truchimanerías de los políticos, con el agravante de que, por lo menos en nuestro país, recibe multimillonarias sumas de dinero para preparar comicios e incluyen partidas presupuestarias para regalarlas a la red de partidos o agrupaciones políticas como reconocimiento a sus ingentes “aportes” a la nación, donde se destacan las tóxicas campañas publicitarias, la contaminación medio ambiental y mercadeo absurdo de candidatos calaveritas.
Atendiendo a lo planteado anteriormente, se informó que en este año, no electoral, la Junta Central Electoral distribuirá, a la red partidaria nacional, integrada por partidos políticos mayoritarios, minoritarios, minúsculos y rémoras que les acompañan, 1,260 millones de pesos, succionando el erario en un espectáculo vergonzoso de repartidera de dinero que podría ser utilizado en verdaderas o urgentes necesidades de la gente.
Hay un viejo refrán que reza: La esperanza era verde y se la comieron los burros. El movimiento Marcha Verde necesita cuidarse de los asnos que pueden engullirla en sus ambiciones y afanes de protagonismo. Lo único que parece quedar es la sensación de que los burros están en extinción y las esperanzas tienen más expectativas de supervivencia. ¡Que así sea!

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