La televisión dominicana, un castigo

La televisión dominicana, un castigo

Cuando murió el primer ministro de Cultura que tuvo Francia, el intelectual universalmente conocido Andre Malraux, estaba en París y vimos cómo el pueblo lamentó esa pérdida. En ese cargo se le atribuye haber puesto las bases de la “diversidad cultural” de Francia y se le recuerda también por haber “lavado” los viejos edificios medievales de París. Era autodidacta, voluntario, intrépido y así inició su vida y así lo fue en su cargo. Innovó, revolucionó la cultura. Muchos habrán leído “La condition humaine” relato de su paso en la Indochina colonial y “L’ espoir”, testimonio de su involucramiento al lado de la España Republicana. Malraux, fue un ‘gaullista de izquierdas’ y desarrolló durante diez años una gestión muy personal, donde se mezclaron la política, su visión de la cultura y la obra social, con el objetivo de hacer de la cultura un elemento administrado por el Estado y destinado a las masas. Popularizó el cine, la música, los museos, la creatividad y las iniciativas teatrales de vanguardia. Se beneficiaba de su propio prestigio y de su cercanía a grandes nombres desde Matisse hasta Picasso. Me recordé de Malraux mirando la televisión dominicana. Frente a ese desastre y a esa vulgaridad, me preguntaba ¿A dónde está, nuestro “Malraux”? a dónde está nuestro Ministro de Cultura Pedro Verges? ¿Cuáles son sus funciones y sus ambiciones? Pedro Vergés es un hombre culto, conocedor de literatura, y seguramente de muchos otros aspectos de la cultura, vivió muchos años en diferentes países europeos y pudo disfrutar de la diversidad, de la creatividad, de la libertad de expresión y de la riqueza de corrientes culturales diversas, expresadas tanto en la prensa, el cine, en la literatura, el teatro, la ópera y la televisión. ¿Ha visto, Pedro Vergés, una vez, la programación del Canal estatal? Monótono, acrítico, sin debate, además de un mal sonido y escenografía desfasada! Ha visto nuestro ministro, la programación de los otros canales, con series extranjeras descontextualizadas de nuestro diario vivir, “telenovelas” machistas, violentas, donde el género femenino se ve involucrado en secuencias de agresiones, gritos, golpes y armas, y las comedias? de mal gusto con tono forzado, siempre reproductoras de esquemas de dominación y burlas de contenido racistas? Ha visto nuestro ministro de Cultura, los “supuestos debates” de la televisión, que no propician ni la reflexión ni la tolerancia por no ser críticos y plurales? No es mi propósito comparar Pedro Vergés con Malraux pero me preocupa que el ministro no tenga otras ambiciones que las de organizar una Feria Infantil del libro y un concurso muy poco literario. Su insistencia en ocupar ese cargo, nos hacía esperar más propósitos como los de elevar el nivel cultural de la sociedad, de imprimir una visión de su cultura con una política digna de Juan Bosch, en la televisión en particular. Para motivarlo, le pongo un castigo: una semana de televisión dominicana.

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