Estamos en moda, de eso no hay duda. Pero como eso va unido al ánimo que acompaña a los visitantes de pasarla bien, el RDFW no fue concebido solo como un espacio para mostrar diseños y nuevas tendencias, sino como un paquete todo incluido.
El remozado Puerto Sans Soucí fue ambientado de manera tal que al término o el intermedio de cada desfile haya algo para entretenerse: desde visitar los stands de reconocidas marcas, hasta compartir con los amigos, modelos y diseñadores, en una terraza al aire libre frente al mar. El encantador espacio provee tres opciones: un área lounge bar para los más sofisticados; un espacio más acogedor e íntimo y carpas de comida rápida.