La transformación de la UASD con Emma Polanco como rectora

La transformación de la UASD con Emma Polanco como rectora

Dentro de pocos días la Universidad Autónoma de Santo Domingo celebrará elecciones para elegir a sus nuevas autoridades.
Entre una gran cantidad de candidatos a rector sobresale por su capacidad y prestigio académico Emma Polanco Melo. Cuenta con un Doctorado en Economía Aplicada, Maestría en Economía Aplicada, Postgrados en Contabilidad Impositiva, Contabilidad de Costos y Licenciatura en Contabilidad. Estos grados, postgrados y especialidades nos permiten afirmar que esta candidata tiene las competencias técnicas conceptuales suficientes para administrar, transparentar y ajustar los gastos que demanda con urgencia la Institución.
Para dirigir la UASD con eficiencia se precisa, además, experiencia académica. En ese aspecto, Emma Polanco también sobresale, pues ha sido investigadora con docencia, asesora de tesis y trabajos de grado, profesora de maestría, profesora de contabilidad y costos y vicepresidenta de la Asociación Interamericana de Contabilidad. Igualmente, coordinadora de la cátedra de contabilidad y costos, directora de la Escuela de Contabilidad; vicedecana de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales y Vicerrectora Administrativa.
Con la hoja de vida de esta candidata nuestras esperanzas de que en la UASD se produzcan la transformaciones que, desde hace un buen tiempo, clama la familia universitaria y la población en general, son bastantes halagüeñas.
Eso sí, Emma deberá incorporar la Universidad a los nuevos tiempos, al espíritu de nuestra época, a los cambios que ha ido experimentando el mundo y la sociedad dominicana.
Una muestra del rezago de la UASD es que en el 2008 el 48% de la matricula estudiantil pertenecía a esta universidad y hoy representa menos del 38%. Es cierto que hay más universidades, pero también es verdad que el desorden frecuente y los paros, ahuyentan a los estudiantes más exigentes.
La UASD cuenta con numerosas extensiones universitarias. Eso es positivo. Sin embargo, en muchas de ellas sus carreras no están acorde con las necesidades de la región. El recinto de la provincia La Altagracia, por ejemplo, debería enfocarse más en el turismo, hotelería, restaurantes, jardinería, cocina, deportes, idiomas por ser las áreas puntales de su desarrollo.
En la provincia de San Juan, las necesidades de su extensión serían muy diferentes. Debiera enfocarse más en la agricultura, métodos de cultivo ecológico, control de plagas, empaques adecuados, relaciones con el comercio exterior, vías de envío, minería. En fin, todo lo relacionado con las necesidades y riquezas de la zona. Y la de Hato Mayor con la ganadería vacuna, caprina, bovina, aves de corral, negociación de los productos y otros. Ese mismo modelo debería implementarse en las demás extensiones, sin descuidar, desde luego, las profesiones tradicionales a fin de no restarle oportunidades de estudio a la población estudiantil nacional.
En la sede central, debería hacerse estudios de las necesidades del país en cuanto a profesionales y carreras técnicas que hagan falta. Un ejemplo sería los profesionales y técnicos del área de la salud. En relación a la escuela de medicina debería elevarse el índice académico para ser admitido, mantenerse y graduarse. En tanto que para enfermería, bioanálisis y farmacéuticos, debería haber facilidades de becas y otras, para suplir las carencias de estos profesionales. Asimismo, deberán ser creadas las carreras técnicas para aquellos, que teniendo vocación por la salud y no llenen los índices académicos, puedan optar por niveles técnicos en estudios no invasores como tomografías, sonografías, mamografías y muchos otros. Igualmente, de especializarlos en reparación de esos equipos.
Sabemos que el presupuesto es muy bajo comparado con otras universidades similares como la Universidad Nacional Autónoma de Honduras que recibió US$ 192 millones con 90 mil estudiantes y la nuestra recibió en el 2017, US$ 162 millones con 183 mil estudiantes. De todas formas, la experiencia y formación académica de Emma, más los logros que seguramente alcanzará con una gestión efectiva, debería producir las razones suficientes para convencer al gobierno de turno y a la población de que la UASD amerita un mayor presupuesto. Votemos por Emma Polanco como rectora.

*El autor es profesor de Pediatría de la UASD.

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