La UASD en Barahona

La UASD en Barahona

A mediados de la década de los años 60, los rectores Andrés María Aybar Nicolás, Hugo Tolentino Dipp, Rafael Kasse Acta, los catedráticos Tirso Mejía Ricart, Marcelino Vélez Santana, Antonio Zaglul, Mercedes Sabater, Daniel Zorrilla y otros miembros del Movimiento Renovador, se propusieron profundizar la democratización de la educación superior a través de la fundación de centros universitarios regionales.

A partir de entonces, comisiones de catedráticos y estudiantes universitarios comenzaron a viajar todos los fines de semana a las distintas regiones del país con el propósito de instar a los lugareños a integrarse a patronatos que sirvieran de apoyo a los proyectados centros universitarios regionales. Se trataba de una empresa extremadamente difícil propuesta en momentos en que la Universidad estatal no contaba con suficientes recursos económicos para hacerla realidad.

No fue hasta finales del año 1969 cuando se formularon estudios pormenorizados acerca de las posibilidades de centros universitarios en el interior del país. Sus resultados indicaron que Barahona en la región Sudoeste y San Francisco de Macorís en la región Nordeste eran las ciudades más adecuadas para el establecimiento de esas primeras extensiones de la UASD. Ambas localidades anidaban los movimientos más radicales de oposición al gobierno de los doce años, razón por la cual los mandamases de entonces no tardaron en calificar a esos dos establecimientos de educación superior como lugares de subversión del orden establecido mucho antes de que los mismos comenzaran a operar.

Eran tiempos de sueños universitarios y de riesgos para los que luchaban por construir una sociedad más justa y solidaria.

Para entonces Barahona no disponía de suficiente recursos humanos calificados para impartir docencia y dirigir un centro universitario en situaciones tan difíciles como las que allí se presentaban. Ello creaba un gran problema. Pocos profesores de la UASD se mostraban dispuestos a abandonar la sede de Santo Domingo para ir a impartir docencia en una ciudad de tantos conflictos. Después de sortear algunas dificultades, las autoridades de la Universidad estatal lograron reunir un equipo de personas dispuestas a emprender la aventura: Jesús de la Rosa director; y los catedráticos Idelfonso Güemes Naut, Antonio Lockward, Amaro Morejón y Fiume Gómez Sánchez. A ese grupo se agregaron dos profesores oriundos de Barahona: Flavia García Terrero y un ingeniero de apellido Camacho.

Después de campear muchas dificultades el Centro Universitario Regional Sur Oeste (CURSO) abrió sus puertas el 26 de febrero de 1970. En esa primera etapa se impartieron los programas del Colegio Universitario y los de Formación Técnica de Maestros de Escuelas Medias. Andando el tiempo se incorporaron otros programas del área de la salud y de las ciencias agronómicas y veterinarias.

Los abusos, las amenazas, y los atropellos de parte de las autoridades del gobierno del “padre de la democracia” no impidieron que las semillas que sembramos germinaran: La UASD hoy cuenta con catorce extensiones, incluyendo cinco ciudades universitarias, que abarcan toda la geografía del país. ¡El sacrificio valió la pena!

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