La UASD y las otras

La UASD y las otras

En la entrega anterior, destacábamos el hecho de que resultaran ganadores 14 de 33 proyectos de investigación formulados por catedráticos e indagadores científicos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en la convocatoria anual que año tras año ha venido llevando a cabo el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) a cargo del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDOCYT). También, en subrayar que la Universidad estatal es la de mayor producción científica del país. Es de un inestimable valor los aportes de la Universidad Primada al país en materia de investigación científica en áreas tan importantes como medio ambiente, recursos naturales, innovaciones tecnológicas, ciencias sociales y humanidades, políticas públicas, ciencias agronómicas y veterinarias entre otras. Para ésas y otras realizaciones, la Universidad estatal apenas ha podido disponer de una quinta parte del presupuesto que por ley le corresponde.

Amén de la UASD, ¿cuántas universidades del país han protestado contra los desmanes cometidos por la Barrick Gold en sus importaciones de oro de la mina de Pueblo Viejo, o por los intentos de la Falconbridge LTD de explotar la Loma Miranda? Tememos que ninguna otra universidad dominicana lo ha hecho.

En 1966, el Movimiento Renovador de la Universidad Autónoma de Santo Domingo encabezó en la UASD un proceso de transformación y de cambio con miras a la conversión de esa academia en una institución de educación superior masiva y diversificada. Bajo las directrices de ese glorioso Movimiento, se inició en la Universidad estatal una serie de reformas estructurales de gran alcance como la departamentalización de las escuelas, la creación de nuevas facultades e institutos de investigación, y la fundación de centros universitarios regionales, entre otras. Como resultado de esas y otras reformas, la UASD es hoy una Universidad Nacional presente en 16 de las 31 provincias del país con una población estudiantil que sobrepasa las 187 mil personas matriculadas.

En los últimos años, los gestores, expertos y técnicos, al estudiar los programas de educación superior, hemos centrado nuestra atención en los problemas relativos al control y mejoramiento de la calidad de las universidades y de los institutos superiores.

Incluso, muchos de nosotros han llegado a la conclusión de que los métodos tradicionales de control académico no son adecuados para hacerles frente a los retos del presente y que se hace necesario el imponer controles de calidad más explícitos.

Las estrategias relativas a la calidad de las instituciones de educción superior varían considerablemente entre países.

Algunos gobiernos han adoptado medidas encaminadas a reforzar la calidad de los servicios que ofrecen las universidades públicas mediante la incorporación de nuevos requisitos de rendición de cuentas y otros mecanismos de control de la gestión. En la Argentina, por ejemplo, en las últimas décadas se han venido creando mecanismos de control de calidad que dependen de un mejor sistema de información y evaluación y de nuevas normas para el financiamiento de sus instituciones de educación superior. En otros, como en la República Dominicana, se han venido estableciendo comités de evaluación o centros que realizan ciclos de evaluación externas.

Aquí, al igual que como ha venido sucediendo en las últimas décadas en algunos países de la América española, la tasa de matrícula en las instituciones de educación superior se ha duplicado o triplicado.

Actualmente, alrededor de un 25% de dominicanos de edades comprendidas entre los 18 y 30 años cursa estudios de grado y de post grado en instituciones de educación superior.

De la calidad tenemos mucho que decir. Lo haremos a partir de enero próximo.

A mis amables lectores les deseo unas felices pascuas y un próspero año nuevo.

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