La vida es para ser vivida, no entendida

La vida es para ser vivida, no entendida

Gran parte del sufrimiento humano va en dirección a buscar entender lo que nos ocurre, en vez de entregarnos a vivir lo que nos pasa. Hay una fuerza muy poderosa que permite que lo que es sea. Las dificultades son invitaciones extendidas por la vida para queutilicemos exactamente lo que se nos ha dado, y revelemos tanta Luz como podamos en ese momento preciso.

Las comparaciones dificultan mucho la toma de consciencia. Una manera de detenerlas es enfocándonos en la Luz que hemos venido a revelar. Ver quién tiene qué es una manera segura de confundirnos, ya que desenfocamos la mirada de nuestro propio destino para dirigir nuestra fuerza hacia otros. En el camino espiritual, todos somos iguales.

Siempre que sentimos que los demás han logrado lo que deseamos para nosotros mismos de una manera fácil, rápida o dichosa, o nos preguntamos por qué fulano o mengana tiene algo y yo no, estamos despreciando una valiosísima oportunidad de revelar la Luz, justamente con lo que se nos ha dado.

Es imposible controlar y al mismo tiempo ser guiados. O bien crees en el propósito presente en todo lo que existe y te entregas a él, o crees que estás en dominio y pretendes cambiar las circunstancias desde tus propias fuerzas.Cuando escucho a mis clientes decirme que están más tranquilos, duermen mejor, disfrutan más sus relaciones y viven con serenidad después de haber atravesado por una difícil prueba, me doy cuenta de qué modo nos simplificamos la vida cuando renunciamos a entender, para rendirnos y sentir.

Cualquier cosa que surja, será siempre un paso hacia el misterio, la oscuridad y lo desconocido. Sólo los efectos dejarán claro si el camino que seguimos fue apropiado o si efectivamente nos ayudó a revelar Luz. La participación en el proceso de ser conscientes de nuestra grandeza es muy reducida. En realidad, nuestro único aporte es estar disponibles para que el Gran Espíritu haga su obra en nosotros.

Simplemente, renunciamos a las expectativas que nos hacen desear el logro de un determinado resultado, y permanecemos profundamente humildes frente a todo lo que tememos, incluso frente al miedo de tener éxito en lo que creemos desear. Al Gran Espíritu solo podemos acercarnos en completa humildad o rendición. Así, vivir desde la tranquilidad, la ligereza y la sencillezse hace posible, más allá de los afanes que trae cada día.

La gente sencilla nos muestra con claridad que el valor de la vida está en vivirla. Las personas conectadas con la Tierra tienen como característica una ausencia de brusquedad, violencia y agitación (física, emocional y mental). Ellas viven en el estado de serenidad y sosiego que llega cuando logramos relacionarnos de un buen modo con un determinado lugar, relación o situación.

A pesar de que estas personas tienen pisadas sólidas y seguras, su energía es ligera. Parecería que tuvieran los pies firmemente sostenidos en la tierra, y sus cabezas estuvieran en el cielo. El peso es una de las características de la materia, en cambio el Espíritu tiene como cualidad la ligereza.

Con frecuencia, esta ligereza aparece cuando dejamos de cargar en nuestro interior los contenidos densos, que se generan al enjuiciar o resistir los sucesos en los que participamos, y alcanzamosla capacidad de discernir adecuadamente entre lo que es importante y lo que no lo es.

En Constelaciones Familiares vemosla ligereza como un fruto que nos llega cuando logramos reconciliarnos con algo o alguien que habíamos excluido, rechazado, olvidado, temido o abandonado. Cada vez que podemos abrir espacio en nuestro corazón para la reconciliación, y acogemos con amor eso que antes nos generó dolor (una madre o padre abusivo, una pareja indiferente, la quiebra económica, un hijo enfermo o un aborto), el cuerpo se torna ligero aunque seamos físicamente pesados.

Penosamente, algunas personas han sido tomadas por la complejidad de la vida moderna; “montañas” de correos, “ríos”de llamadas, “nubes” de compromisos, y toda naturaleza de mensajes; de textos, orales, imágenes y videos. El pasado fin de semana, me invitaron a un interesantísimo taller impartido por una gran persona. Aunque mi mente tenía deseos de ir, mi cuerpo me dijo que necesitaba descanso, silencio y la placidez que disfruto en mi casa.

El filósofo y teólogo San Agustín decía: “La felicidad consiste en tomar con alegría lo que la vida nos da, y soltar con alegría lo que la vida nos quita”. Luego de agradecer la cortesía, decidí no ir y seguir mi propio movimiento. Como la mente y el cuerpo se reconcilian en el corazón, al darme lo que necesitaba me quedé a gusto y disfruté mucho el domingo.

¡La vida es muy sencilla! La complicamos cuando queremos entender lo que nos ocurre, en vez de vivirlo, y pasamos a argumentar todo tipo de excusas al otro o a nosotros mismos. Si, sé que no te expliqué esa parte; vivir la vida implica renunciar a la arrogancia y soberbia intelectual, para pasar al acto humilde de exponernos a nuestro interior, y ser tan transparentes como los niños.

Mucha gente considera muy caro este precio, por lo que inconscientemente se protege y defiende detrás de sus máscaras sociales. Queriendo ser “buenos” y “aceptados”, dejan sus vidas atrapadas en las raíces del tiempo. Les falta espacio para hacer todo lo que tienen en agenda, a fin de sostener la imagen que los demás esperan de ellos.•

Cuando los indios Lakotas tienen alguna pregunta que les inquieta, suelen ponerse la pregunta en el cogote. De este modo, siguen adelante en la vida, al tiempo que se abren a la oportunidad de encontrar las respuestas en el camino. Tal vez, esa confianza es la que les permite ver el mensaje en el vuelo de un pájaro, la raíz de un árbol, la forma de una nube, o la palabra dicha por otro hermano indio.

El gran poeta del siglo 20, Rainer María Rilkeen “Cartas a un joven poeta” escribió: “Te pido que tengas paciencia con todoaquello sin resolver en tu corazón y que intentes amar las preguntas como si fueran habitaciones cerradas o libros en una lengua totalmente desconocida. No busques las respuestas que no se te pueden dar ahora, porque aún no estás preparado para vivirlas. Y el objetivo está en vivirlo todo. Vive las preguntas ahora. Quizás entonces, algún día en el futuro, conseguirás gradualmente y sin darte cuenta vivir tu camino hacia la respuesta”.

Muchas personas pasan gran parte de sus días buscando respuestas a lo que les inquieta. La vida es para ser vivida, ¡no entendida! ¿Crees que podrías abrirte a esto?

 

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