En medio de la tristeza y el dolor de familiares, amigos y allegados, fueron cremados ayer los restos del maestro y escritor Emilio Cordero Michel, fallecido el pasado sábado a los 89 años de edad, tras sufrir quebrantos de salud.
Sus restos fueron velados en la funeraria Blandino, de esta capital, desde las 10:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche, donde acudieron diversas personalidades.
El economista, historiador y diplomático Bernardo Vega ponderó las cualidades del investigador, al tiempo de precisar que representa una gran pérdida para la sociedad dominicana.
De su lado, el ministro de Cultura, Eduardo Selman, lo considera un paradigma como educador, escritor y ciudadano, por su ejemplo de vida. “Su gran legado es su ejemplo de vida como ciudadano, educador, e investigador y las obras que nos deja fruto de su prolongado ejercicio intelectual”, expresó el funcionario.
Cordero Michel nació en Santo Domingo el 10 de febrero de 1929.

Llegó a ocupar la presidencia de la Academia Dominicana de Historia.
Fue, además, conferencista y un emblemático profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde impartió docencia por 33 años.
La rectora de la alta casa de estudios, Emma Polanco Melo, definió al académico como un eminente profesor meritísimo que prestó sus eficientes servicios a las mejores causas de la Primada de América y a la sociedad en general.

Manifestó que la academia acaba de perder a uno de sus grandes exponentes de la calidad docente.
Recordó que -el también miembro de la Academia Dominicana de la Historia- fue un excelente cultivador de ideas renovadoras en el área docente.

Resaltó sus inconmensurables cátedras en las escuelas de Economía e Historia y Antropología en la UASD.

Además de sus cualidades como catedrático, sobresalió en el aspecto administrativo, desempeñándose en la posición de director del Colegio Universitario, el Centro Electrónico de Cómputos y la Editora Universitario.
El historiador escaló “las montañas de Quisqueya” junto a Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo) en diciembre de 1963, y fue de los pocos sobrevivientes.