El 82% de las empresas dedicadas a la moda y confecciones en el país tienen menos de 10 empleados y solo el 18% tiene más de 10, lo que muestra que las micro y pequeñas empresas lideran el sector.
Sin embargo, se estima que el 76% de las empresas no son formales, una tasa muy alta al igual que ocurre en el país con otras micro, pequeñas y medianas empresas, que se caracterizan por un alto nivel de informalidad.
Estos son algunos de los resultados del diagnóstico de la industria de la moda realizado por el Instituto de la Moda en República Dominicana (InmodaRD) y el Ministerio de Industria, Comercio y MiPymes (MICM).

El diagnóstico muestra que el 24% de los entrevistados declaran que su empresa está formalizada, el 35% que no está formalizada y el 41% no responde a la pregunta, lo cual hace suponer a los investigadores que muy probablemente el porcentaje de informalidad sube a un 76%.

La presidenta de InmodaRD, Isabel Reynoso, y los asesores y consultores de la entidad Franco Torres y Federico Jóvine destacaron que existe un gran potencial para el desarrollo de estas mipyme, tanto para abastecer con buena calidad y buenos precios en el mercado local, como para exportar y crear diseños marca país.

Otro dato importante que arroja diagnóstico es que además el 76% de las empresas están instaladas en sus casas, mientras que tan solo el 24% tiene un espacio de trabajo tipo taller o fábrica y/o un espacio propio de comercialización tipo tienda. Estas cifras evidencian la baja visibilidad que tienen las empresas frente a sus clientes y la decisión de bajar costos administrativos y financieros para poder competir en el mercado.

También el 77% de estas empresas son dirigidas por mujeres y el 23% por hombres; mientras el 29 por ciento de las empresas tienen menos de cinco años, el 18% entre cinco y 20 años y el 24 % más de 20 años.

Reynoso expuso que este diagnóstico fue realizado en 2017 y se presentó a las autoridades y al sector en enero de 2018, ya que buscan articular los diferentes actores que participan en toda la cadena de valor de la industria para que juntos puedan mejorar la competitividad y visibilidad de las prendas fabricadas en el país.
También el documento refleja las principales dificultades que presentan los empresarios de las mipyme de la moda, al igual que las principales oportunidades que tiene el sector.
Destaca que las principales amenazas en el contexto de globalización en la cual se mueven los mercados, se centran en los altos niveles de informalidad, contrabando e ingreso al país de productos a muy bajos precios producidos especialmente en Oriente.

Torres destacó que uno de los retos es contar con más cifras sobre el sector, porque el diagnóstico arrojó que hay muy poca medición de la industria de la moda, a pesar de que para el estudio se entrevistó a personas importantes de la cadena.